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El Gobierno polaco advierte que la reconciliación nacional se llevará a cabo sin contar con Walesa y sus seguidores

La reconciliación en Polonia se realizará sin el premio Nobel de la Paz Lech Walesa y las fuerzas políticas que le apoyan, porque "Walesa no subió a tiempo al tren del entendimiento nacional", declaró ayer en Varsovia el portavoz del Gobierno polaco, el ministro Jerzy Urban, en una conferencia de prensa. Urban calificó a Walesa de "símbolo de la lucha contra el socialismo", y añadió que la ceremonia de la entrega del Premio Nobel de la Paz en Oslo no fue un simple encuentro con exiliados polacos, sino "con soldados de la cruzada anticomunista del presidente norteamericano, Ronald Reagan".

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Urban acusó a Reagan de pretender imponer a Walesa como interlocutor del Gobierno polaco y manifestó que "esta es una obsesión en la política norteamericana que rechazamos". El portavoz gubernamental dijo que no veía motivos para la declaración de un estado de excepción en Polonia. La legislación recientemente aprobada en la Dieta polaca (Parlamento) responde a la necesidad de crear una respuesta ante las necesidades de cualquier país para evitar que, como ocurrió en diciembre de 1981, haya que recurrir a la ley marcial en caso de amenaza a la seguridad interior.Anoche se vivió una cierta intranquilidad entre los periodistas al no localizar durante varias horas a Lech Walesa, de quien lo último que se sabía es que había salido de la ciudad de Czestochowa, donde había ofrecido a la Virgen Negra su reciente premio Nobel de la Paz. Posteriormente ,se supo que, en el trayecto hasta su domicilio de Gdarisk, Walesa fue parado por la policía 13 veces para registrarle, con lo que tardó mucho más de lo previlto en su viaje. En la ciudad de Lotz fue retenido durante dos horas.

Aunque el Gobierno no ve amenazas contra la situación, los telediarios de la televisión y la Prensa están llenos de relaciones de detenidos en diversos puntos del país por "actividades subversivas", colectas de dinero para el sindicato Solidaridad, creación de organizaciones clandestinas y difusión de propaganda ilegal. Fueron detenidas varias personas en los últimos días en Gdansk, Wroclaw, Varsovia, Bielsko Biala y otras ciudades. Por orden judicial, fue detenido preventivamente el sacerdote de Varsovia Jerzy Popieluszko, quien anoche fue puesto en libertad por intercesión de la Iglesia, según anunció la televisión polaca y la prensa oficial que advirtió, sin embargo, que la investigación continuará.

Urban explicó que Popieluszko estaba citado por la fiscalía debido a un sumario abierto por "abuso de la libertad de cultos". El sacerdote se negó a recibir la citación judicial que se le hizo llegar el pasado día 2 de diciembre.

Según la versión gubernamental, el lunes, la policía detuvo a Popieluszko y en el interrogatorio se comprobó que el sacerdote tenía un domicilio privado, además de su residencia en la parroquía de San Estanislao de Kotska, en él barrio de Zoliborz, en Varsovia. Con una orden judicial y un chófer como testigo, se registró el domicilio privado del sacerdote y, según Urban, se encontraron allí "objetos que no están precisamente relacionados con el culto", lo que supone una grave carga acusatoria contra Popieluszko.

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El joven sacerdote se había hecho muy popular en Varsovia por su postura de oposición abierta al régimen. En las llamadas misas patrióticas se leían poesía contra el régimen y se pronunciaban sermones en los que se denunciaba la represión en Polonia. A esas misas acudían hasta 7.000 u 8.000 personas, que llenaban las calles adyacentes a la iglesia.

La detención temporal de Popieluszko coincide sospechosamente con un momento crítico en Polonia, en el aniversario de la implantación de la ley marcial y ante el 16 de diciembre, día para el que están convocadas manifestaciones pacíficas de protesta. El episcopado polaco ha intervenido ante las autoridades para informarse sobre la detención de Popieluszko. El primado, cardenal Jozef Glemp, anuló ayer el viaje que tenía previsto al santuario de Czestochowa, pero en la oficina del primado declararon a EL PAIS que la anulación no estaba relacionada con el caso Popieluszko.

Según rumores que circulaban ayer por la capital polaca, en el domicilio del sacerdote detenido se había encontrado propaganda ilegal y material explosivo. Llama la atención que una persona citada por la policía con motivo de un sumario judicial mantenga durante 10 días en su casa esos materiales tan comprometedores.

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