El cambio y la policía
Desearía poseer la necesaria facultad expresiva para lograr transmitir la ira y rabia que experimenté el día 28 de noviembre, tras ver en las imágenes televisivas del Telediario de las 20.30 horas una actuación de nuestra Policía Nacional. El hecho concreto se produjo en la localidad de Las Bardenas, donde existe un campo de prácticas de tiro del Ejército. Me imagino que, al igual que yo, miles de españoles asistieron durante los pocos segundos que duró la filmación a la impresionante exhibición de brutalidad indiscriminada de la que hicieron gala nuestros policías. ¿Cómo es posible que se pueda aporrear, dar puñetazos y patadas a un grupo de personas (que, según el locutor, no llegaban a la centena) que están sentadas en el suelo manifestándose tranquila y pacíficamente; que, por cierto (y según el mismo locutor), estaban cantando. ¿Es que nuestra policía no se va a molestar en emplear otros métodos para disolver manifestaciones pacíficas, cuando además estamos asistiendo estos últimos días a imágenes en televisión de disolución de pacifistas en la República Federal de Alemania, Reino Unido, etcétera? Si mal no recuerdo, en estos países se les quita del medio a los manifestantes, ya sea llevándolos en volandas o arrastrándolos de un brazo o una pierna, o bien usando mangueras de agua a presión, etcétera, etcétera; pero sin llegar a esa saña violenta con la que actuaron los policías del mencionado reportaje. La verdad es que en este aspecto de política interior no veo ningún cambio, y actuaciones como las del mencionado día me retrotraen tristemente a épocas pasadas. No sé si el señor Barrionuevo y demás altos cargos de su ministerio vieron esta pequeña secuencia. Si es así, pienso que se les caerá la cara de vergüenza, y, si no lo presenciaron, que sepan. que en este país hay muchas personas que seguimos pensado que la libertad de expresión es algo inherente y fundamental al ser humano, y que no hay derecho a que se pueda acabar con la cabeza abierta o cualquier otra lesión porque exista otra serie de personas que piensan de forma contraria.
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