La actitud de parte del público obliga a Alfredo Alcón a dejar el escenario

Alfredo Alcón, protagonista de La vida de Eduardo II, rey de Inglaterra, que se ofrece en el teatro María Guerrero, abandonó ayer por la tarde la representación, como consecuencia de la actitud "poco respetuosa" de parte del público.Los miércoles por la tarde las funciones, con entrada a bajo precio -250 pesetas-, se dedican especialmente a los estudiantes. En esta ocasión la mayoría de los asistentes eran jóvenes de diversos institutos en edades comprendidas entre los 14 y los 16 años.

Según fuentes del teatro, la falta de interés de un sector del público, que "tomó la representación por una juerga, con murmullos, carcajadas e incluso eructos", fue conduciendo a los actores a un climax que culminó con el plante del primer actor, Alfredo Alcón, cuyo papel es especialmente difícil.

Tras aguantar durante un rato -siempre según dichas fuentes-, Alcón, en lugar de optar por soltar letra y poner cara de perro, "por respeto a sí mismo, a la función y al público", se enfrentó con un grupo que se encontraba en un palco y exclamó: "No teneis respeto ni al teatro ni al país. Joder, yo me voy aunque me maten". Y se fue.

Según una profesora de instituto que asistió a la representación desde el primer piso, "no oí ningún murmullo como para que se sintiera alterado el actor". Calificó de "desproporcionada" la actitud del actor, y añadió que, en muchas ocasiones, no se podía escuchar bien a los intérpretes, porque actúan de espaldas al público. La misma profesora, que no quiso identificarse, explicó que, al principio, muchos de sus compañeros estaban de acuerdo en la "amonestación" del actor pero que les sorprendió que la "intransigencia" provocó que la función finalizara minutos después del comienzo del segundo acto.

Eduardo II cuenta con un escenario circular situado en el centro del patio de butacas, condición indispensable, según el director Lluís Pasqual, para acercar la tragedia al espectador.