España mantendrá su reserva al texto final que se elabore en la 'cumbre' de la OTAN
Al cumplirse un año de la decisión de congelar la participación española en la integración militar de la OTAN, el Gobierno socialista mantendrá esta semana en Bruselas su reserva en los comunicados finales de las dos reuniones semestrales de ministros de Defensa y de Asuntos Exteriores de la Alianza Atlántica, el comité de planes de defensa y el Consejo del Atlántico Norte. Sin embargo, existe la expectativa en medios de las 16 delegaciones que comenzaron a llegar ayer a esta capital sobre la postura que adoptará España en un nuevo documento que se está preparando sobre el futuro de los euromisiles y que llevará el título genérico de Declaración de Bruselas. El ministro de Defensa, Narcís Serra, y el teniente general Lacalle Leloup ya se encuentran en la capital belga, mientras se espera la llegada del ministro de Asuntos Exteriores, Fernando Morán.
La citada declaración patrocinada por la República Federal de Alemania, y que aún ayer estaba todavía en fase de borrador, tiene por objeto recoger, por una parte, el triunfo diplomático y político que ha supuesto para la OTAN alcanzar la fecha presente cumpliendo la doble decisión de 1979 de instalar los euromisiles en el continente si los soviéticos se negaban a negociar un equilibrio de fuerzas en los llamados misiles de alcance medio y, por otro lado, insistir en la necesidad de seguir negociando incluso la posibilidad de desmantelar los Pershing 2 y los misiles de crucero que se instalen si finalmente Moscú decide alcanzar un acuerdo de equilibrio en Ginebra.Durante la visita realizada a Madrid el viernes pasado, el ministro de Asuntos Exteriores alemán, Hans-Dietrich Genscher, informó a Felipe González del interés germano en esta declaración. Aunque el presidente del Gobierno español, según declaró él mismo en conferencia de prensa, estuvo de acuerdo con la fórmula expuesta por Genscher, se desconoce si, a la hora de materializar ese apoyo, el próximo jueves en Bruselas, el ministro español de Asuntos Exteriores, Fernando Morán, traerá instrucciones para adherirse a él. Hasta ahora la posición del Gobierno socialista ha sido la de que España no firmaba nada relacionado con la doble decisión de 1979, fecha en la que todavía no estaba en la alianza y decisión en la que no participó.
Sin embargo, la actitud mostrada por el presidente González a lo largo de este año de "comprender" aquella decisión y el consiguiente despliegue de los cohetes en varios países de la OTAN, así como la de apoyar las opciones norteamericanas en Ginebra para tratar de alcanzar un acuerdo con los soviéticos sobre los euromisiles, parece indicar que en esta ocasión -en la que además el objetivo fundamental es un llamamiento a Moscú y Washington para que continúen las negociaciones- el Gobierno apoyará la declaración.
Existe además el factor de acceder a una petición alemana por parte de España, país que acaba de recibir por activa y por pasiva el firme apoyo de Bonn, del Gobierno y del Parlamento, para la entrada en la CEE.
Serra y Lacalle
El presidente de la JUJEM, general Álvaro Lacalle Leloup, asistió ayer a la primera de la larga serie de reuniones militares y políticas de la semana en el cuartel general de la OTAN: el comité militar. Este comité que puede ser considerado como el estado mayor de los ejércitos de la OTAN recibe en sus reuniones la información de los diferentes mandos y submandos de la Alianza, respecto de los planes estratégicos, maniobras y dispositivos militares de. la misma. Al no estar España integrada en el aparato militar el Presidente de la JUJEM, se limita a escuchar la información y sólo interviene en caso de que los planes afecten a la defensa española.El ministro de Defensa, Narcís Serra, se integró anoche a la segunda de estas sesiones, la del Eurogrupo, y participará también el miércoles en la reunión del comité de planes de defensa, con el resto de los 16 ministros, aunque mantendrá la reserva española al documento militar.
Las reuniones del Eurogrupo, donde sólo participan ministros de Defensa europeos, con excepción de Francia e Islandia y, por supuesto, de Estados Unidos y Canadá -los miembros no europeos de la alianza-, revisan la cooperación en el desarrollo de la industria del armamento y de la constante queja hacia Estados Unidos por su escasa colaboración al dar entrada a la industria europea en sus planes de armamento. El ministro Serra ha trabajado activamente durante este año para conseguir la cooperación con algunos países de la alianza en proyectos armamentistas de la industria española.
