Las triquiñuelas de la publicidad
., Las declaraciones de los políticos venezolanos perdieron ayer por primera vez su signo partidista y se convirtieron en llamamientos a la ciudadanía para que acudiera a votar en masa. En idéntico sentido se pronunciaron los obispos y el ministro de Defensa.
No han faltado, sin embargo, las triquiñuelas de última hora para solapar publicidad, a pesar de la expresa prohibición dictada por el consejo supremo electoral.
Un suceso espeluznante, como el asesinato a tiros, en pleno centro de Caracas, del abogado penalista Raymond Aguiar, ha sido utilizado para inundar los periódicos con esquelas del Comité de Organización Política Electoral Indepiendiente. Este letrado intervino como abogado en varios casos, corno en el proceso contra los cubanos anticastristas a los que se acusa de haber dinamitado en 1976 el avión de Cubana que estalló cerca de Barbados, y el que se sigue por el asesinato de otro ahogado, Ramón Cardona. Este se produjo en vísperas de las elecciones de 1978, y algunos analistas creen que tuvo un efecto determinante en la victoria de Herrera Campins. De ahí que éste se haya apresurado a ordenar la investigación del nuevo crimen.
Frente a estas maniobras de los partidos, un viento fresco de solidaridad ha recorrido el país con la colecta abierta en favor de Caria Pelayo, una niña de cuatro años que para sobrevivir necesita un trasplante de hígado. Hacían falta 100.000 dólares para operarla en EE UU y en sólo dos semanas se recaudó más del doble.
