Semana de cuaresma bursátil
La pasada semana bursátil reflejó, entre los especialistas, una actitud similar a los actos de reflexión y contrición propios de la cuaresma. Los pecados pasados fueron puestos sobre el tapete mientras los reiterados actos de contrición se traducían en tina puesta a la venta de partidas de títulos cuyas mejoras no se encontraban suficientemente justificadas.Pero también existieron las bulas, y de esta forma, de las penitencias que algunos inversores se autoimponían obtuvieron beneficios los más avispados o los mejor informados.
En cualquier caso, las demandas de inversión que se van a realizar en el mercado bursátil durante los próximos días -existen más de una docena de ampliaciones de capital entre las confirmadas y las rumoreadas y otras tantas emisiones de títulos de renta fija- representan un severo condicionante para las reales posibilidades del mercado de renta variable.
Los inversores, y especialmente los institucionales que mueven el mercado, han decidido colocarse en posiciones de acusada liquidez, para poder responder a los estímulos que se les ofrezcan de aquí a que termine el presente año, sin tener que acceder por ello a niveles excesivos de riesgo.
No obstante, la purga que ha sufrido el mercado en las últimas reuniones es considerada como suficiente por diversos especialistas bursátiles.
En cualquier caso, se estima que el proceso bajista, con experimentar una cierta moderación, no podrá ser objeto de un brusco cambio de signo, hasta que no comiencen las ampliaciones de capital previstas.
De entre estas operaciones, posiblemente la que más expectación concentra en los corros es la compañía de Eléctricas Reunidas, de Zaragoza.
En algunos medios se asegura que se trata de preparar esta sociedad para servirla como almuerzo suculento de algún grupo importante del mismo sector.
Por el momento, los gacetilleros del mercado informan cumplidamente de lo que, según ellos, era la lista de invitados al festín.
Prácticamente no se han esmerado mucho estos informadores por cuanto todos los hipotéticos comensales figuraban en las quinielas previas.
Ni tan siquiera han sido capaces de dotar esta operación del estímulo dramático del último concurso de espaguetis organizado por Carlo Alí contra las fuerzas navarras, que por cierto ganó el organizador por los pelos, para mayor gloria de los brokers internacionales, gracias a la inapreciable ayuda del voto donostiarra.
Aparte de esto, apenas cabe resaltar la importante demanda centrada sobre la reciente emisión de renta fija convertible en acciones de la empresa Hidroeléctrica del Cantábrico, que posiblemente llevará a sus promotores a tener que poner en marcha el odiado sistema de prorrateo.
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