La caída de la peseta con relación al dólar, causa central del reajuste en los precios de gasolinas y butano
La depreciación experimentada por la peseta con relación al dólar, moneda de pago de los crudos importados, és la causa fundamental de la subida de los precios de los carburantes derivados del petróleo y del butano, decidida ayer, en un porcentaje medio del 10%, por el Consejo de Ministros. Los nuevos precios son de 97 pesetas por litro para la gasolina extra, frente a las 89 pesetas anteriores; 93 pesetas para la súper, frente a las 86 previas, y 86 pesetas para la normal, que antes costaba 79. El gasóleo de automoción subida de 52 a 58 pesetas, y la bombona de butano de 12,5 kilos, de gran consumo entre las capas sociales más bajas, resulta el producto más castigado en este reajuste, al incrementar su precio en un 17,93%, pasando de 725 a 855 pesetas. No se modifican los precios del gasóleo agrícola ni el industrial.
La razón que justifica esta subida de los precios -que se produce un año después de la última, acordada el 8 de diciembre de 1982-, según se puso de manifiesto al término del Consejo de Ministros, es la fuerte depreciación experimentada por la moneda española a lo largo de este año, y que es del orden del 207. (126,88 pesetas en enero y 150,94 pesetas en octubre pasado). Por el contrario, los precios en origen del crudo, expresados en dólares, han experimentado una tendencia a la baja de algo más del 10%, ya que han pasado de los 32 dólares por barril (media de 1982) a unos 28 en la actualidad para lo que se denomina el barril medio importado por España.Ese desfase entre precios de importación y venta, si sé considera en pesetas, ha sido cifrado por el Gobierno en un 11%, lo que justificaría, a juicio de los autores del cuadro en qué se ha basado la presente subida, el aumento de las proporciones anunciado. No han influido tanto, como parece desprenderse de las discusiones previas interministeriales y las celebradas dentro de la Junta Superior de Precios, motivos de índole impositiva, pese a que la ley de Presupuestos de 1984, aprobada ya por el Congreso de los Diputados, contemplaun aumento de la presión fiscal en los consumos energéticos, aún a costa de disminuir relativamente la renta del petróleo.
Por esta razón, algunos medios del sector energético estiman que el Gobierno puede verse forzado a considerar un nuevo aumento en un futuro próximo, esta vez por razones fiscales exclusivamente. Basta recordar que la fiscalidad de los carburantes ha experimentado un fuerte incremento, del orden del 30%, en los últimos Presupuestos Generales del Estado, ya que se prevé ingresar en Hacienda por este concepto 381.000 millones de pesetas (incluyendo renta del petróleo), frente a los 291.000 millones que se recaudarán por ambos conceptos en el presente ejercicio.
17 subidas desde 1973
En la presente subida, el Gobierno continúa con la acusada tendencia de anteriores Gabinetes de racionalizar la estructura de precios de los derivados del petróleo mediante la acomodación de los costes reales a los nominales de venta al consumidor. Se nota, sin embargo, una suavización de la anterior tendencia, pese a que aún se producen aumentos porcentuales más acusados en los gasóleos y en el butano, -artículos primados fiscalmente en función de los usuarios a los que van destinados (agricultores, transportistas y capas sociales menos potentes), que en las gasolinas. Caso evidente también es el de los fueles, cuyos, aumentos de precios van en declive, aunque aquí quizá en este punto se haya tenido en cuenta la menor demanda que existe en el mercado para estos productos y los excedentes que producen las refinerías.
La subida del butano, que tendrá un fuerte impacto en el incremento esperado en el índice de precios al consumo (IPC) para el mes de diciembre, ha sido tan acusada en función del retraso aparente del Gobierno para acomodar la brecha entre precios de importación y los de venta. La compañía distribuidora, Butano SA, había solicitado un primer aumento a primeros de año, haciendo hincapié en que arrojará un fuerte déficit de explotación si no se producía. Ayer mismo, el presidente del Instituto Nacional de Hidrocarburos (INH), Claudio Boada, manifestó en el Congreso de los Diputados que Butano, SA, perderá este año, por esta razón, 6.000 millones.
Con este reajuste son ya 17 los que se registran desde el primer choque del petróleo, en 1973. La mayor parte de ellos se debieron al desproporcionado incremento de los precios del crudo en los mercados internacionales. últimamente, sin embargo, las subidas responden más al problema del cambio de la moneda española frente al dólar, que funciona en perjuicio, de los precios al consumidor.
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