Estupefacción en Italia por la liberación de dos terroristas 'arrepentidos' que reconocieron haber matado a un periodista
Con gritos de "¡Avergonzaos!" y "¡Le habeis asesinado otra vez!" fue recibida el lunes en el tribunal de segunda instancia de Milán, la decisión de poner en libertad Marco Barbone y Paolo Mora los dos jóvenes terroristas arrepentidos que asesinaron al famoso periodista del Corriere della Sera Waker Tobagi en Milán, el 28 de mayo de 1980
El diario socialista LAvanti, órgano oficial del partido, escribió ayer que "para Tobagi no ha habido ni justicia ni verdad". Y toda la Prensa criticó ayer duramente la sentencia de los jueces de Milán, que, afirma, "ofende a la conciencia popular de los italianos". Los periodistas socialis-tas de Milán han emitido un comunicado en el que se dice que nunca la jurisprudencia de este -país había caído tan bajo.En realidad, el tribunal milanés tenía el derecho de aplicar a los dos terroristas arrepentidos la ley Antiterrorista, que concede la reducción de la pena a quien se -arrepiente en esta materia y co.labora con la justicia. Pero, según los observadores, aun aqueIlos que no critican dicha ley -cosaque hace la mayoría-, esta vez los jueces de Milán se han pasado de generosos.
Hijos de periodistas
Para Barbone y Morandini, hiJos ambos de periodistas -como la víctima por ellos escogida para ser asesinada-, responsables materiales de aquel crimen tan atroz, que sacudió A la opinión pública por tratarse de un limpio y valiente profesional que escri,bía con gran lucidez sobre los .problemas de la perversión, la pena tenía que haber sido de 30 años de cárcel. Reducirla a ocho años era ya una obra extrema de misericordia, pero encima regalarle a los dos terroristas esos ocho años y sacarles y ponerles en seguida en libertad le ha parecido una barbaridad a todo el :mundo.
Barbone y Morandini habían sido, además de organizadores, los ejecutores materiales del crimen. Barbone contó en público durante el proceso, con increíble frialdad, que había sido él quien le había dado el tiro de gracia en la nuca.
A los otros cuatro terroristas que participaron en el asesinato, pero que no se han arrepentido, la corte les ha condenado a 28 y 30 años de cárcel. La indignación con la que esta sentencia ha sido acogida en todo el país no dejará de acarrear consecuencias, y podría poner incluso en tela de juicio el valor mismo de la ley sobre los arrepentidos.
En el proceso que ha puesto en libertad a estos dos asesinos arrepentidos, que han estado en la cárcel sólo tres años, han sido juzgadas 150 personas más, pertenecientes a seis bandas terroristas. En total ha habido 154 condenas por 700 delitos.
Los fiscales habían pedido un total de 900 años - de cárcel y los jueces han concedido sólo 750. El tribunal estuvo reunida a puerta cerrada e incomunicada durante 29 días para emitir la sentencia, que ha sido la más larga de la historia judicial italiana. El proceso ha durado nueve meses. Marco Barbone, que estaba detenido en un cuarteI de carabineros para evitar represalias, desaparecerá ahora de la circulación porque su vida, como la de todos los terroristas puestos en libertad por arrepentidos, está en peligro.
Demasiadas acusaciones
Mientras tanto, en Milán ha estallado la polémica entre los fiscales y el partido socialista, que nunca ha creído toda la verdad confesada por Barbone en el caso Tobagi, que incluía acusaciones muy graves contra los jueces de la corte. El secretario provincia¡ del partido socialista, Ugo Finetti, dijo abiertamente ayer que "la visión dada por el arrepentido Barbone está llena de lagunas y de impresionantes contradicciones".
El fiscal general de Milán ha anunciado ya una querella por difamación contra algunos líderes del partido socialista por sus declaraciones de protesta contra el proceso y la sentencia.
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