El cupo navarro, o la obsesión de Bandrés
La integración de Navarra en Euskadi constituye uno de los objetivos fundamentales del nacionalismo vasco. En esta lucha por la anexión de Navarra que, como luego veremos, en el momento presente tienen absolutamente perdida, uno de los argumentos más utilizados es el de que la autonomía de Navarra no es económicamente viable.En opinión de J. M. Bandrés, Navarra Contribuye a las cargas del Estado con 5.300 millones de pesetas, cuando debería contribuir con no menos de 21.146 millones, si el nivel de sus competencias fuese el mismo que el de la comunidad autónoma vasca. Y con este simplismo arremete contra tirios y troyanos, ya que entre todos, a su juicio, han conseguido frenar los impulsos irrefrenables de los navarros para integrarse en Euskadi. Para el diputado de Euskadiko Ezkerra, el actual Gobierno del PSOE, como los anteriores de UCD, tolera esta situación con el fin de "dar un balón de oxígeno a una autonomía uniprovincial absolutamente inviable fuera de la comunidad autónoma vasca".
La aportación de Navarra al Estado viene establecida en el vigente convenio económico. La cantidad total viene determinada por una aportación directa, que es la que suma los 5.300 millones que J. M. Bandrés baraja; otra, indirecta, consistente en la atribución al Estado de los rendimientos del impuesto de lujo que grava la adquisición de supercarburante y el impuesto especial que grava el petróleo y derivados. Así pues, al ignorar esta aportación indirecta, la premisa de la que parte J. M. Bandrés para cuantificar la aportación total de Navarra no es cierta y, por tanto, resulta falsa la conclusión que establece a partir de aquélla.
Sin embargo, quienes nos sentimos navarros y españoles, y con mayor razón quienes hemos defendido una política de progreso, somos conscientes de que el vigente convenio debe ser actualizado, tanto en lo que respecta a la aportación de. Navarra al Estado como en lo que se refiere a la armonización -que no uniformización- de los regímenes tributarios de ambas Administraciones.
Según los cálculos de la Administración foral, la aportación directa de Navarra, una vez asumidas todas sus competencias, debería situarse en torno a los 10.000 millones. Por otra parte, un alto funcionario del Ministerio de Hacienda mantenía recientemente que esa aportación rondaría los 15.000 millones. Como se ve, las estiniaciones iniciales efectuadas por ambas partes permiten suponer que podrá llegarse a un acuerdo. Y lo que resulta más paradójico es que un naciónalista de izquierda, con veleidades independentistas, sea, en esta ocasión, más estatálista que el Estado, pretendiendo elevar a 21.146 millones la aportación a Navarra.
Viabilidad de la autonomía de Navarra
Si suponemos que cuando Navarra asuma las competencias que le han sido reconocidas su aportación directa al Estado se situará entre 10.000 y 15.000 millones, puede verse que ello es soportable para unos Presupuestos que, ya en 1984, alcanzarán los 50.000 millones, a pesar de representar un esfuerzo para la comunidad foral.
En cualquier caso, lo que nunca otorgará mayor viabilidad a la autonomía de Navarra es su integración en Euskadi. Porque Navarra debería contribuir al cupo global con la cantidad citada y, además tendría que aportar un segundo cupo para financiar las cargas go nerales de la comunidad autónoma vasca. Por tanto, desde el bunto de vista económico, la integración en Euskadi resultaría un mal negocio para Navarra.
A las razones económicas se unen, además, las políticas. El partido de J. M. Bandrés no obtuvo representación en el Parlamentc de Navarra, y de los 50 parlamen. tarios sólo 9 (6 de HB y 3 del PNV son partidarios de la integración en Euskadi. El resto, 41, son contrarios a dicha integración y apoyan el proyecto político contenido en la ley orgánica de Reintegración y Amejoramiento del Régimen Foral, en cuya elaboración tuve el honor de participar como miembro de la comisión negocia dora navarra. Con propuestas como la que h hecho J. M. Bandrés no hace falta ser profeta para pronosticar que e nacionalismo vasco tiene en Navarra un futuro bastante negro. Sir duda, sería mejor para todos llegar a respetarnos mutuamente y vivir en paz dentro de esta unidad política y económica que se llama España.
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