Una avería en su barco de propulsión eólica obliga a Cousteau a paralizar un viaje
Ante las repetidas averías -entre ellas la pérdida de su cilindro de propulsión eólica- causadas por las tormentas en el pequeño barco Molino de Viento, del oceanógrafo y explorador francés Jacques Cousteau, éste hubo de atracarlo en la noche del pasado domingo en el puerto de Norfolk, Virginia (EE UU), al no poder arribar a Nueva York, como pretendía. La nave inició el pasado 12 de octubre en Tánger su travesía del Atlántico.
Molino de Viento, un catamarán de 20 metros de eslora con el que Cousteau pretendía demostrar la viabilidad del aprovechamiento de la energía eólica por medio de un cilindro hueco que actúa como una vela rígida, perdió el cilindro en una tormenta el pasado jueves y tuvo que recurrir al motor auxiliar para acercarse a las costas norteamericanas.Unos días antes, en aguas del mar Caribe, otra tormenta causó daños al barco, por lo que Cousteau tuvo que detenerse en las islas Bermudas, para efectuar reparaciones.
El Molino de Viento flotante de Cousteau disponía de un cilindro de 13,5 metros de altura, diseñado para aprovechar el efecto Magnus y dirigir el barco en la dirección deseada por deflexión del viento. Durante el viaje se ha filmado material para un documental de una hora de duración.
"Nuestro cilindro es cuatro veces más eficiente que una vela convencional", afirmaba poco antes de partir de Tánger, "y el Calypso II será el barco más limpio del mundo".
El oceanógrafo francés ha dicho que hundirá su viejo barco antes de permitir que se convierta en una atracción turística para especuladores sin escrúpulos.
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