Cuatro muertos a tiros cuando cortaban madera en una finca sometida a concentración agraria
Cuatro personas resultaron muertas en el municipio lucense de Pol cuando se encontraban cortando madera en una finca. Los disparos fueron presuntamente efectuados por Marcelino Ares Rielo, a quien le había sido asignada la finca en la concentración parcelaria realizada en la zona, aunque todavía oficialmente no podía hacer uso de ella. Una de las víctimas es la persona que todavía figuraba formalmente como propietario del terreno, José Díaz Folgueira. El presunto autor de los disparos, una vez cometido el acto, se trasladó en su propio vehículo a Lugo, situada a más de 30 kilómetros, y se entregó, en un estado de gran excitación, a la policía.
Los hechos se produjeron a las 9.30 horas de ayer, en la finca Do Castro, parroquia de Gomesende, en el municipio de Pol (Lugo), cuando cuatro trabajadores cortaban cuatro árboles, valorados en 10.000 pesetas, en la finca propiedad de José Díaz Folgueira. Este lugar fue asignado, en la concentración, parcelaria realizada en la .comarca por el Instituto de Reforma y Desarrollo Agrario (IRYDA) ,a Marcelino Ares, quien se apoderó de ella hace unos dos años llevando allí a pastar a sus vacas, aunque todavía no le había sido entregado formalmente el terreno. A esa hora de la mañana, cuando llevaban trabajando más de 30 minutos, se presentó Marcelino Aros, de 50 años de edad, vecino de Gomesende, armado con una escopeta automática. Tras decirles que esos terrenos eran suyos, Ares, disparó contra Cándido Llanes Lamas -53 años, industrial y propietario de Maderas Llanes, de Mérida-, José Díaz Folgueira -67 años, vecino de Meira y propietario de la finca-, José Manuel Vila Feijoo -55 años, cuñado del anterior y vecino de San Andrés de Ferreiros- y José Luis Díaz Vila -28 años, hijo de Díaz Folgueira-.
Disparos al corazón
Los disparos fueron realizados a escasa distancia y con cartuchos de postas, acertando todos a las víctimas en el corazón, a excepción de uno de los disparos, que hirió en el brazo a José Manuel Vila, por lo que le efectuó otro, con el que le remató.
Javier Llanes Dobal, de 24 años, que se encontraba en la parte superior del vehículo en el que iban a transportar lamadera, pidió de rodillas que no le matase, "porque tengo dos hijos pequeños de seis años y 18 meses". Parece ser que en este momento Marcelino Ares se derrumbó física y psicológicamente, según la versión del superviviente, y decidió abandonar el lugar. Más tarde, elpresunto asesino se encaminó a su casa, donde abandonó el arma, y, al volante de su automóvil, se dirigió hacia Lugo. No obstante, en las proximidades de la finca Do Castro aparcó el coche y permaneció parado unos 10 minutos. Posteriormente, emprendió de nuevo la marcha para entregarse en la comisaría de policía lucense.
Su estado de excitación aconsejó internarle en la residencia sanitaria de Lugo, donde, tras un rápido tratamiento, pasó a prestar declaración.
Parece ser que el enfrentamiento por la finca en la que se produjo el cuádruple asesinato se prolonga desde hace años, a raíz de iniciarse la concentración parcelaria y habérsele asignado al presunto asesino, quien comenzó ya a cultivarla entonces, aunque no le había sido entregada.
Marcelino ares, el presunto homicida, es natural de Meira, donde fue propietario de un bar que se incendió hace algunos años. Despúés de este suceso se trasladó a Madrid, donde montó otro bar, que luego vendió. Finalmente, regresé a Galicia, y se instaló en Gomesende. Allí compró una finca que le costó 5.200.000 pesetas. Hace cuatro años comenzaron las actuaciones de concentración parcelaria, y en la redistribución le correspondió la finca de Díaz Folgueira, que hasta ahora no le había sido adjudicada oficialmente, a falta de diversos trámites.
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