_
_
_
_
Nuevo Estado en el Mediterráneo

La declaración turco-chipriota, consecuencia lógica de 23 años de enfrentamientos en la isla

La proclamación unilateral de la independencia de la parte norte de Chipre parece ser una lógica conclusión de 23 años, de creciente distanciamiento entre las dos comunidades asentadas en la isla del Mediterráneo oriental El momento elegido para anunciarla coincide con el período de transición política en Turquía, potencia aliada y casi tutora de los turcochipriotas.

Rauf Denktash, líder de la comunidad turcochipriota elegido el martes presidente de la nueva República Turca de Chipre del -Norte, declaró la independencia justo cuando en Ankara el régimen militar se dispone, tras las ,elecciones generales del pasado día 6, a devolver parcialmente el poder a los civiles y no está en condiciones óptimas de presionar e impedir una iniciativa que perjudicará sus relaciones con Estados Unidos y demás países de la Alianza Atlántica.Si el líder turcochipriota, de 59 años de edad, ha colocado a Ankara y a las demás capitales de la OTAN ante el hecho consumado, su decisión había sido precedida por una serie de medidas unilaterales que permitían preverla.

El propio Denktash revelé en octubre en entrevistas con periódicos turcos y en el Consejo de Europa en Estrasburgo que tenía la intención de proclamar la in dependencia del autodenominado Estado federado turco de Chipre, que él mismo había fundado en febrero de 1975, seis meses después de que 40.000 soldados turcos interviniesen en la isla para contrarrestar el golpe de Estado dado por oficiales greco chipriotas favorables a la dicta dura de los coroneles griegos.

El protector turco

La expedición militar turca de agosto de 1974 consagró la división de Chipre en una zona turcochipriota poblada por cerca de 100.000 personas, que disponen del 36% del territorio de la isla, y otra grecochipriota con unos 450.000 habitantes, cuyo Gobierno, presidido por Spyros Kyprianu, es el único que goza de reconocimiento internacional. Ambas zonas están separadas por la llamada línea Atila, que vigilan 2.350 cascos azules de la ONU, puestos en estado de alerta el pasado martes.Carente de un reconocimiento internacional que no buscaba, aislado del resto del territorio, ignorado por la ayuda internacional empezando por la de la ONU, y poblado por la comunidad más pobre, el Estado de Denktash no podrá sobrevivir sin echarse en brazos de su protector turco, que siempre mantuvo en el norte de la isla un contingente militar de entre 10.000 y 18.000 hombres y que no dudó en facilitarle una generosa ayuda económica.

Los turcochipriotas -de religión musulmana y con un nivel cultural medio más elevado que los turcos- adoptaron paulatinamente la libra turca para sus transacciones comerciales, vincularon su red postal y telefónica con la de Turquía, viajaron al extranjero con pasaporte turco y a través de los aeropuertos de Estambul y Ankara y, finalmente, empezaron a dotarse de instituciones políticas pr9pias, incluida una asamblea legislativa elegida democráticamente en junio de 1981 y cuyos 40 miembros aprobaron por unanimidad la declaración de independencia.

Conocer lo que pasa fuera, es entender lo que pasará dentro, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

El alejamiento político y económico de ambas comunidades no impidió la celebración de conversaciones en el hotel Lefra, Palace, justo en la línea de demarcación, en las que el representante turcochipriota reivindicaba la creación de un Estado federal mientras el delegado grecochipriota proponía para los turcos de la isla un estatuto de minoría, al tiempo que exigía que los miles de grecochipriotas expulsados del Norte en 1974 pudiesen regresar a sus hogares. A corto plazo, la medida unilateral de Denktash reforzará aún más el aislamiento de los turcochipriotas, cuya República sólo ha sido reconocida hasta el momento por el Gobierno de Ankara. Y en este sentido se manifestaban algunos habitantes del norte de la isla, que el martes habían" sin embargo, aclamado a sus parlamentarios a la salida de la sesión extraordinaria convocada para proclamar la independencia.

Mientras, en el sector grecochipriota, miles de jóvenes coreaban en las calles, por segundo día consecutivo, consignas antiturcas y pedían a gritos el derecho para los refugiados de volver a sus casas en zona turca.

Reconocimiento internacional

Pero Denktash, político hábil y experimentado, ha apostado a largo plazo. El abogado londinense, que, tras haber sido expulsado de la isla eh 1963 por Makarios, logró convertirse en su vicepresidente 10 años más tarde, espera obtener el reconocimiento de entre 10 y 15 capitales islámicas -entre las que destaca Trípoli-, satisfechas de la creación de un nutvo país musulmán y dispuestas a suministrarle una abundante ayuda financiera.Si acaba por obtener un mínimo reconocimiento internacional, la zona secesionista podrá conseguir créditos exteriores y, sobre todo, reactivar la importante industria turística en plena recisión desde hace 10 años, a causa de las trabas existentes para viajar hasta allí y que obligan, por ejemplo, a los pocos vuelos charters procedentes de Londres y Francfort a transitar por Turquía. Toda la infraestructura económica de la isla, absolutamente infrautilizada, está concentrada en el Noreste, una de las regiones más hermosas y baratas del Mediterráneo.

En cierta medida, declarar su independencia puede significar a largo plazo para los turcochipriotas reducir su dependencia de Turquía, cuyos soldados fueron aplaudidos el martes por el Gabinete turcochipriota. Un elemento de fricción en las relaciones entre los turcochipriotas y Ankara es la presencia de los 5.000 campesinos de Anatolia asentados en los últimos años en el norte de la isla a instancias del Gobierno turco, agricultores que no son mirados con simpatía por la población.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_