Fuera disfraces
El decapado o eliminación de la pintura vieja facilita la renovación del mobiliario
A menudo encontramos muebles, objetos o elementos de la, carpintería de la casa que, cubiertos por gruesas capas de pintura, ocultan su verdadero carácter y belleza. Decapar consiste en eliminar ese disfraz que impide admirarlos.1. La madera. Es el material sobre el que más frecuentemente se decapa, ya que actualmente se tiende a barnizarla dejando ver su veta y color naturales. Es delicada de trabajar, ya que se puede estropear si no se actúa con cuidado. Hay dos sistemas de decaparla:
a) El decapante o quitapinturas. Es un producto corrosivo que ataca, ablanda y separa las capas de pintura o barnices. Se vende líquido o en gel, es decir, espeso, lo que facilita su permanencia en superficies sobre las que escurriría si fuera fluido. Es cáustico para la piel, por lo que se debe usar con guantes. ¡Ojo con las salpicaduras en los ojos! Debe aplicarse con brocha en una capa bastante gruesa (más cuanto más viejas o abundantes sean las manos de pintura que se desean eliminar). Se deja actuar de 10 minutos a 12 horas, para ablandar y ahuecar la pintura. Cuando ya ha actuado, se usa una espátula y se elimina la capa.
Es normal tener que retocar en rincones, esquinas, etcétera, para llegar a puntos donde la pintura resiste más. Una vez quitado el grueso de los restos, hay que limpiar con agua y detergente (con un trapo, esponja o cepillo) para eliminar el decapante completamente. De otro modo estropearía el nuevo acabado. Para preparar la madera definitivamente, debe utilizarse lija fina o estropajo de aluminio (una vez seca). Después ya se podrá teñir, barnizar, encerar...
b) El soplete. Con uno como el de los fontaneros, provisto de una boquilla plana, se pueden conseguir decapados muy rápidos. El sistema consiste en pasar el soplete sobre la pintura. Al calentarse se ablanda y se hincha. En ese momento, con una espátula es fácil desprenderla. Es preciso no tener el soplete demasiado tiempo en un punto para no quemar la madera. El soplete es el sistema ideal para superficies lisas; en los recovecos es difícil usarlo sin quemar la madera.
2. El metal. Se puede despintar con ambos sistemas. Pero como el calor no lo daña en la mayoría de los casos, es más cómodo, rápido y barato decaparlo a soplete. Para eliminar la pintura quemada use, además de la espátula, un cepillo de alambre fuerte, que llegue bien a los rincones. Recuerde que el metal no se puede pintar si está oxidado, ya que con el tiempo la mano de pintura se desprende. Hay que eliminar todo el óxido antes de pintar.
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