Arturo Tamayo
Un español, director de música de la Ópera de Berlín
Arturo Tamayo, contratado recientemente por dos años como nuevo director de música de la ópera de Berlín Occidental, es, según un crítico alemán, "un director de mágica precisión". Madrileño, de 37 años, sigue los pasos de otro gran director español, Jesús López Cobos, que continúa siendo, hasta enero de 1984, director titular de aquella entidad operística berlinesa.
No todos los días una ópera de la categoría de la de Berlín Occidental contrata a un joven maestro español para incorporarlo a sus cuadros. Esto sucedió hace unos años con Jesús López Cobos, actual director general de música en el teatro de la Bisckmarstrasse. Ahora ha sido el madrileño Arturo Tamayo, que empezó su carrera como compositor (Ordenaciones, Poema sobre Villón, Thanatos-athanatos, Es war einmal, escritas entre 1967 y 1970)."Un director de mágica precisión, bajo cuyo tranquilo y seguro mando, la orquesta de la ópera toca como si se tratara de la mejor de esta ciudad", aseguraba el crítico del Berliner Morgenpost, Klaus Geitel, acaso el más influyente de la vieja capital alemana.
Menudo, delgado, ágil, muy vivo de mirada, simpático de gesto, Tamayo dista de representar los 37 años que tiene. Hay en su personalidad rasgos en los que se adivina la naturaleza del artista, por más que sus aficiones vayan, con frecuencia, tras los temas científicos. Pero una cosa es afición y otras muy distintas aptitud y vocación. Por las venas de Tamayo corre, en algún porcentaje, la sangre de Manuel de Falla, por vía de los Ledesma, dato que no gusta anotar en evitación de referencias fáciles y antecedentes providenciales.
El Grupo Alea, en Madrid; las clases con Travis y Huber, en la Escuela Superior de Música de Friburgo; cursos con Boulez y Rowizki, en Basilea y Viena, y, al In, en 1974, asistente de Klaus Huber en la dirección del Instituto pata la Nueva Música en la citada Hochschule, de Friburgo. A través de un puente hecho de 1.000 actividades -estrenos-, viaes y triunfos-, le llega a Tamayo
el día D de su contrato berlinés. lobre el qué y el cómo de su puesto y sus funciones, habla con sencillez y claridad y sin el tan frecuente autobombo.
"En la Ópera de Berlín, como en otras de análoga categoría, existe, Ldemás del director titular,'que ictualmente es López Cobos, un elenco de un 75 tlirpí-.tnrpc Fn_tre ellos, Gerd Albrecht, Barenboim, Hors Stein, Zagrosek, Sinópolis, Gómez Martínez y, desde hace 10 días, yo mismo".
"Durante las dos próximas temporadas tendré a mi cargo tres producciones propias, dos ya estrenadas, además del repertorio habitual del teatro. Una de mis primeras apariciones será con La flauta mágica, en alternancia con otros colegas".
El contrato de Tamayo no ha caído llovido del cielo, sino conseguido por propios méritos. Durante la temporada pasada estrenó, como maestro invitado, el ballet Tutuguri, basado en un texto de Artaud, con música de Wolfgang Rhim, la noche del 12 de noviembre. "Del mismo autor dirigí la ópera de cámara Jakob Lenz, y el próximo mes de mayo haré la primera de otra ópera, Ofelia, del suizo Rudolf KeIterbron, en la que se aborda el mito shakespeariano vuelto del revés: todos están locos, menos Ofelia, que es, en realidad, la única cuerda".
Arturo Tamayo alterna sus actividades berlinesas con sus con, ciertos en Friburgo, Holanda, Donaueschinge, Madrid y tantos otros lugares, en los que se consagra sobre todo, al repertorio de nuestro siglo y a la presentación de la música de hoy sin exclusivismos ni beatería. Dentro de unas semanas le veremos al frente de la de RTVE para interpretar Estigma, de Gonzalo Olavide, en el teatro Real.
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