Un trabajador muerto y tres heridos al incendiarse nafta en la fábrica Norte de Gas Madrid, situada junto a un colegio
Un trabajador resultó muerto, y tres sufrieron quemaduras -uno de ellos, graves- al ser alcanzados ayer por una llamarada de nafta líquida que se derramó, y luego se incendió, durante la revisión de unas instalaciones de la Fábrica Norte que la empresa Gas Madrid tiene situada en la avenida de Manoteras, cerca de la carretera de salida hacia Burgos. Esta fábrica está enclavada a 50 metros del instituto de bachillerato Ramón y Cajal, con 700 alumnos, y a escasa distancia de la colonia Virgen del Cortijo, habitada por las familias. El suceso produjo alarma entre el vecindario y en el colegio.
Los cuatro trabajadores afectados fueron Miguel Ángel Martínez Vaquero, Vicente Martínez Rodríguez (que sufrieron quemaduras muy graves), Severiano Vázquez Sánchez y Anastasio Cabrera Gutiérrez (menos graves). A las 19.30 horas falleció Vicente Martínez, con insuficiencia renal aguda a consecuencia de las quemaduras. Su compañero Miguel Ángel se encontraba en estado crítico.El accidente se produjo a las 9.37 horas. Según informó telefónicamente un portavoz oficial de Gas-Madrid, el hecho ocurrió en un depósito que se estaba revisando y que llevaba 15 días sin ser utilizado. Una chispa saltó, al parecer, sobre nafta líquida que se había derramado y provocó la llamarada. El fuego, que duró unos segundos, alcanzó gran altura, hasta el punto de que, pese a encontrarse la factoría en una hondonada, las llamaradas fueron vistas por los alumnos desde sus aulas. Varios coches zeta de la Policía Nacional, se desplazaron inmediatamente al lugar y trasladaron a los heridos a la Residencia Sanitaria La Paz.
Nada más producirse el accidente, el director del instituto Raimundo Pascual, recorrió los escasos 50 metros que separan el patio del centro docente de la puerta de la fábrica y preguntó a los guardas jurados de la entra da, y posteriormente a ingenieros de la factoría, si había algún peligro. La respuesta fue negativa, y regresó de nuevo hacia las aulas En el camino de vuelta manifestó a un redactor de este periódico: "No hay orden de desalojar, los alumnos han salido solos, y les voy a pedir que vuelvan a entrar los que quieran hacerlo. Y los que tengan miedo, que no entren; pero no es bueno que estén por aquí, entorpeciendo". Hablando después a uno de ellos, le indicó "A ver, Nacho, por favor, vosotros los de COU id pidiendo que todos vuelvan dentro".
Entre los vecinos del barrio se produjeron momentos de alarma. Dos madres asustadas se presentaron en el instituto, poco después para llevarse a sus hijos. Otras personas acudieron al lugar de los hechos, y a preguntar en el centro docente. Representantes de la asociación de padres de alumnos se personaron en la puerta de la fábrica para preguntar si había peligro. Les atendieron los guardas jurados de la entrada.
Ellos fueron los únicos interlocutores de periodistas y vecinos. A pesar de que restaron importancia al suceso; no permitieron la entrada de informadores que pudieran comprobar sus afirmaciones. Incluso el jefe provincial de Protección Civil, Rafael Noja, que llegó a las 11.20 horas, hubo de esperar más de 10 minutos antes de poder entrar en la fábrica. A la salida manifestó que le habían explicado que no existía peligro. Preguntado por su opinión respecto a la proximidad de la factoría al colegio, Noja respondió que no es una cuestión de su competencia, "pero, en mi opinión, no debieran estar tan próximos". En el lugar del suceso ningún representante de la empresa dio explicaciones, a pesar de los continuos requerimientos de los periodistas.
Desiderio Martín, portavoz del comité de empresa de Gas-Madrid, que integran representantes de CC OO, UGT e independientes, se mostró en un principio muy nervioso, y fue aplazando sucesivamente sus declaraciones a los informadores. Finalmente, sobre la una de la tarde, afirmó que "la seguridad en la fábrica es bastante aceptable, y se ha demostrado que los sistemas funcionaron bien, porque enseguida se cortó la corriente. No obstante, pediremos que se investiguen las causas y las posibles responsabilidades. Ahora no queremos hablar de las causas del suceso, porque queremos tener la cabeza más fría y disponer de más datos".
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