Ronald Reagan afirma que Estados Unidos no se dejara intimidar por los "actos terroristas"

El presidente norteamericano Ronald Reagan, declaró ayer que "Estados Unidos debía estar siempre dispuesto a arriesgar la vida de sus soldados para impedir que la humanidad se sumerja en un océano de tiranía". "En Beirut", insistió, "no nos intimidarán por los actos terroristas". Casi simultáneaniente con la declaración del presidente de EE UU, los dirigentes soviéticos lanzaron una firme advertencia a Washington contra toda explotación de los últimos sucesos de Líbano para justificar "una operación militar a gran escala".

Ronald Reagan presidió ayer, en la base militar de Camp Lejeuni (Carolina del Norte), la ceremonia fúnebre en memoria de los 230 marines muertos la pasada semana er un atentado en Beirut y de los 18 caídos durante la reciente invasión de la isla de Granada, informa Ramón Vilaró.

Reagan recordó que EE UU continúa "en pie" para defender la libertad política, económica y religiosa en el mundo y dijo que el atentado de ayer contra el Ejército israelí en Tiro demuestra "hasta donde están dispuestos a llegar los elementos radicales para entorpecer el proceso de paz en Oriente Próximo".

En relación con el atentado de Tiro, el portavoz de la Casa Blanca, Larry Speakes, manifestó que "el presidente Reagan deplora este nuevo acto irracional de violencia y está preocupado porque el terrorísmo sigue siendo el patrón de comportamiento" en esa región, informa la agencia France Presse.

Speakes añadió que la posterior acción de represalia lanzada por las fuerzas israelís es "una decisión israelí" y precisó que "según mis noticias sólo alcanzaron a posiciones palestinas".

Homenaje a los 'marines'

En la base de marines de Camp Lejeune, la más importante de toda la costa este de EE UU, Reagan conversó con las familias de los soldados norteamericanos muertos en Beirut y en Granada. Acompañaron a Reagan el secretario de Estado, George Shultz; el de Defensa, Caspar Weinberger; y los embajadores en EE UU del Reino Unido, Francia e Italia -los demás países que integran la fuerza multinacional de paz de Líbano.

Ante un foro de partidarios republicanos, antes de salir para Camp Lejeune, Reagan recordó, en un claro mensaje a la Unión Soviética que, bajo su Administración, EE UU no tenía por qué excusarse de sus actos, "porque los norteamericanos no construyen muros para encerrar a sus ciudadanos, ni tenemos policía o ejércitos secretos para mantenernos quietos, ni enviarnos a la cárcel a nuestros disidentes políticos o religiosos, ni nunca dispararemos a sangre fría contra un avión indefenso". "En política exterior", dijo Reagan, "queremos que el mundo sepa que Estados Unidos está dispuesto otra vez a seguir en pie para la defensa de la libertad política, económica y religiosa", recordó.

Posición de Moscú

Por su parte, Moscú dió ayer a entender claramente, por medio de la agencia oficial Tass, que no toleraría la "extensión de la injerencia armada" norteamericana en Líbano. El órgano del Gobierno soviético, Izvestia, advirtió ayer contra la posibilidad de que un ataque israelí a Siria pudiera ser utilizada como pretexto por Estados Unidos.

Los observadores, que destacan el tono firme de la reacción soviética, consideran los comentarios de Tass e Izvestia como una respuesta puntual a la política global de Estados Unidos en Oriente Próximo.