Las nuevas trombas de agua caídas en Andalucía occidental cortaron la carretera de Sevilla a Huelva y Badajoz

Intermitentes, pero intensas trombas de agua sacudían ayer a las provincias occidentales de Andalucía, lo que al tiempo que auguraba una mejora sensible y deseada en los pantanos, comenzaba a constituir una seria preocupación. Las carreteras que unen Sevilla con Huelva y Badajoz quedaron cortadas a media tarde. Huelva, que vivió una situación crítica en la madrugada de ayer, con un amago de pánico colectivo, convive estos días con la preocupación obsesiva de que alguna de las trombas fuertes coincida con una subida de la marea, lo que podría provocar una catástrofe en los barrios bajos. Las lluvias intensas, notablemente más débiles en la Andalucía oriental, pueden prolongarse varios días más, según los pronósticos.

Construida sobre la ribera del río Odiel, Huelva presenta un flanco muy vulnerable a las inundaciones, el de los barrios más bajos, próximos ya a la orilla del río. Son barrios no del todo bien construidos y con dificultades para evacuar el agua cuando caen fuertes trombas de lluvia. Si una de éstas coincide con la subida de la marea, que en algunos casos puede hacer ascender el nivel del río hasta más de un metro por encima del normal a su paso por esta ciudad, se produce la inundación.En la noche del jueves, en las barriadas del Matadero, La Colonia o Las Adatrices, con un total de 3.000 habitantes, existía auténtica psicosis. Había llovido muy fuerte sobre la ciudad, las calles de estos barrios ya estaban inundadas, así como el interior de muchas casas; se conocía el fallecimiento de una persona a media tarde, a la misma entrada de la ciudad, por la antigua carretera de Sevilla, y corría el rumor de la existencia de dos desaparecidos más. La víctima mortal fue José Antonio Romero San José, al que una fortísima torrentera alcanzó dentro de su coche transitando por la citada vía; el coche cayó por un pequeño terraplén, y cuando José Antonio Romero pudo salir de su vehículo e intentaba alcanzar un cabo de cuerda que le arrojaban desde un camión, un nuevo golpe de agua le arrastró. Hasta dos horas más tarde no fue encontrado su cadáver. Los hechos ocurrieron a las 15.30 de la tarde del jueves.

Estado de alerta

Está muerte, la fuerza de la lluvia y la psicosis creada por las recientes tragedias de Levante, Pirineos orientales y País Vasco provocaron poco menos que una oleada de pánico entre los habitantes de los barrios bajos. La Junta de Protección Civil estuvo alerta, habilitó unas 300 camas en albergues, colegios y hospitales situados en la parte alta y dispuso 60 Land Rover en lugares estratégicos para una posible evacuación de emergencia. El propio Ejército estaba en estado de alerta por si era necesaria una intervención inmediata para reforzar las medidas previstas.La tensión duró hasta pasadas las 2.30 de la mañana. A las 2.21 se producía la temida marea, de coeficiente 101, muy superior a la media. Afortunadamente, desde una hora antes había dejado de llover. Aunque la subida de la marea hizo que las alcantarillas escupieran parte del agua que habían estado absorbiendo durante el día y, que en algunos puntos hizo que el nivel de las aguas en la calle llegara a medio metro, el problema no tuvo la gravedad temida. Sólo 15 personas abandonaron sus domicilios para dormir en las camas preparadas por la junta de seguridad. A las 3.30 horas, cuando bajaba la marea, volvió la calma y la gente regresó a sus casas.

Durante la mañana de ayer apenas llovió y eso hizo que se viera con calma la nueva subida de la marea, a las 12.30, y que no produjo ninguna consecuencia. En los barrios bajos la mañana se consumió en una intensa actividad para achicar el agua y el fango de los pisos bajos. Poco después dé la hora de comer, la primera de las trombas de agua caídas durante la tarde provocó de nuevo fuertes encharcamientos en la zona.

20 pueblos, inundados

A media tarde de ayer continuaban las lluvias en Andalucía occidental, con especial intensidad en algunas zonas de Cádiz y en las lindes entre Sevilla y Huelva. Una veintena de pueblos sevillanos de la comarca de El Aljarafe sufrieron ayer tarde inundaciones, informa Europa Press, aunque sin que revistiesen carácter grave, a consecuencia de la tormenta sufrida. Las poblaciones más afectadas son Umbrete, Santiponcete, Bollullos de la Mitación, San Lucar la Mayor, Gines, Pilas, Salteras, Espartinas y Camas, donde el agua alcanzó 30 centímetros en las calles y se produjeron cuantiosos destrozos en viviendas. En Umbrete se hundieron, se hundieron algunas casas y hubieron de ser evacuadas 300 personas. La autovía que une Sevilla y Huelva hubo de ser cortada a las 17.30 de la tarde, igual que la carretera Sevilla-Badajoz. Las fuertes trombas provocaban impetuosos arroyos que llegaron a impedir el paso de los coches.El saldo de estos dos días es de 92 litros por metro cuadrado, poco para la recuperación de los pantanos de esta provincia. En Almería no han caído más de 12 litros hasta el momento. Es la provincia que menos agua ha recibido; las que más, Huelva, Sevilla y Cádiz. En los pantanos de Huelva el agua ya ha alcanzado niveles aceptables, y los de Sevilla y Cádiz han empezado también una lenta recuperación. La borrasca previsiblemente se mantendrá sobre el golfo de Cádiz durante cierto tiempo.