El ministro de Defensa, afirma que la reforma militar emprendida por el Gobierno debe ser asumida por todos

El ministro de Defensa, Narcís Serra, afirmó ayer ante la Comisión de Defensa del Congreso de los Diputados que el proceso de adaptación de las Fuerzas Armadas a las necesidades actuales "debe ser asumido por todos los agentes". Añadió Serra que el Gobierno no está imponiendo reformas o modificaciones a ningún colectivo, sino que, por el contrario, con tales reformas "se formula un acto de fe en el futuro". El ministro anunció que en diciembre la cifra de tenientes generales habrá descendido a 14 ó 15, mientras en septiembre pasado había 19. En principio, señaló, el número de generales descenderá aproximadamente en un 20%.

Serra comenzó su intervención asegurando que "no necesitamos cambios bruscos ni reformas impuestas", sino "tenacidad y trabajo continuado" para lograr esa adaptación de las Fuerzas Armadas. En este sentido, explicó que los tres grandes ejes de trabajo prioritario en su departamento son, en síntesis, los siguientes:Racionalización de la gestión económica. El presupuesto del ministerio para 1984 -unos 550.000 millones de pesetas- ha sido distribuido entre los tres ejércitos de acuerdo con una selección de los programas elaborados por ellos. Hasta ahora, la cantidad global se repartía directamente entre los ejércitos y sus mandos los utilizaban como creían conveniente. El nuevo sistema hace posible un mayor control de los recursos.

Estructuración de los órganos de la Defensa. Los criterios seguidos para la reforma de la ley Orgánica de la Defensa han sido éstos: lograr una mayor operatividad en las estructuras de las Fuerzas Armadas y permitir una acción unificada entre los tres ejércitos; en el derecho comparado no existen órganos colegiados de mando -como es ahora la Junta de Jefes de Estado Mayor-, y es lógico que se la convierta en un órgano asesor, como ocurre en Gran Bretaña, Italia o Francia; además, "había que definir y fortalecer las competencias del presidente del Gobierno en la política de defensa y en la dirección de las Fuerzas Armadas"; finalmente, hemos logrado "no alterar, ni siquiera en su redacción, las atribuciones del Rey como mando supremo de las Fuerzas Armadas y en sus atribuciones de la Junta de Defensa Nacional".

La modificación de la organización militar del territorio -la reducción de capitanías generales- atenderá criterios operativos, pasando de una estructura de ocupación a otra de carácter defensivo. También se elaborará un decreto de reestructuración del ministerio -que se aplicará a partir de enero-, que dará al futuro jefe del Estado Mayor de la Defensa categoría de secretario de Estado.

Ley de Retribuciones y Ley de Plantillas. La ley de Retribuciones ya está acabada y prevé la equiparación salarial entre funcionarios civiles y militares. Será enviada al Congreso antes de finalizar el año. Los complementos salariales estarán en función de los destinos y no de los títulos que se hayan obtenido. El Ejército de Tierra no tiene una ley de Plantillas,y las de la Armada y el Ejército del Aire deben ser revisadas. Para elaborar una ley de Plantillas hemos de saber antes, entre otros datos, el Objetivo de Fuerza, el número de unidades que necesita España, el nuevo despliegue y el papel de la Reserva General. De entrada, el Ejército de Tierra tendrá el año próximo 20.000 soldados menos. Detrás de esta ley está todo el programa de modernización.

Otra de las prioridad e«s legislativas es la reforma de la enseñanza militar. Se ha creado una comisión especial para estudiar este tema, y además en breve se celebrará un seminario entre directores de academias militares y otros centros de enseñanza. Igualmente, el ministerio estudia la fusión de cuerpos y escalas, y en este sentido ya está analizando el problema la Comisión Interejércitos de Personal. La cuestión "se debe enfocar con realismo, pero se necesita prudencia". También es prioritaria la política de ascensos y destinos. En los últimos meses, los ascensos, salvo en dos únicas ocasiones -el jefe de la Brigada Paracaidista y el presidente de la Junta Central de Acuartelamientos-, se han hecho atendiendo las clasificaciones efectuadas por los Consejos Superiores de los Ejércitos, a partir de las cuales el ministro adopta la última decisión, con lo que el factor de la antigüedad ya no es el único factor determinante. "El ascenso no es sólo un derecho del militar en función de su carrera", por lo que, a partir de ahora, será imposible que asciendan todos los integrantes de una promoción, sino sólo los más adecuados, para las vacantes que se produzcan.

Programa legislativo

Respecto al programa legislativo del Ministerio de Defensa, Serra enumeró los siguientes proyectos de ley: del Servicio Militar (ya enviado a las Cortes), de reforma de la ley de la Defensa Nacional y la Organización Militar (enviado a las Cortes y prevista su aplicación a partir de enero próximo), de Retribuciones (será enviado antes de finalizar el año), de Plantillas (en igual situación que el anterior), Penal (a punto de ser estudiado en Consejo de Ministros), Disciplinaria (hoy incluida en el Código de Justicia Militar) y de Escalas Especial y Básica del Ejército del Aire (a punto de ser analizada en Consejo de Ministros). Finalmente, el ministro anunció que el próximo Consejo de Ministros estudiará la ley de Objeción de Conciencia.