Encierro de la práctica totalidad de la plantilla de Westinghouse en sus centros de trabajo

Unos 3.000 trabajadores de los 3.100 con que cuenta la plantilla de Westinghouse España se encerraron a las tres de la tarde de ayer en sus respectivos Centros de trabajo de Reinosa, Erandio, Valladolid, Córdoba y Madrid, y que mantendrán hasta la tarde de hoy, como medida de protesta contra el plan presentado por la empresa, que si se aplica supondrá el despido de 1.000 empleados y la congelación de los salarios durante 1984. Al término de los encierros se celebrarán manifestaciones en Córdoba y Reinosa.Los encierros fueron acordados por el comité intercentros antes de saberse que Westinghouse había presentado suspensión de pagos. Esta medida, no obstante, ha influido también en la convocatoria de acciones de presión que se concretarán cuando el próximo día 8 se reúnan en Madrid los integrantes del comité intercentros.

El plan presentado por Westinghouse a los comités de empresa, con fecha 14 de octubre, incluye una reducción de plantilla de 1.000 trabajadores. La medida, según se indica en el informe, afectará principalmente a los centros de Córdoba, Erandio, Reinosa, casa central y sucursales, si bien, "dentro de las medidas organizativas que la empresa se verá obligada a realizar, no se incluye la posibilidad de cierre de algunas sucursales comerciales o secciones, plantas o talleres en sus centros de trabajo".

Suspensiones de empleo

Westinghouse anuncia también que pueden producirse, aun después de esta reducción, desajustes coyunturales que "se resolverán por vía de las suspensiones temporales de empleo, cuya duración vendrá determinada por las necesidades reales de la empresa en cada momento". En el plan se habla también de que "no se llevará a cabo revisión salarial alguna durante 1984 ni crecerán los complementos pasivos".Las previsiones de Westinghouse rompen el acuerdo firmado el 15 de junio de 1982, en el que se contempló el plan de actuación a tres años, en que la empresa se comprometía a no presentar rescisiones definitivas de contrato si se aceptaban sus condiciones. Entre ellas, un crecimiento de salarios del 6% durante 1982, y del 85% del IPC en 1983 y del 95%. del IPC en 1984, asi como un aumento de productividad del 30%.