Dos músicos rumanos piden asilo político en España
Dos componentes del coro rumano Viva la Música que actuó días atrás en la 15ª edición del Certamen Internacional de Coros de Tolosa han solicitado asilo político en España. Iuliu Gergerly, subdirector del coro, y Vasile Kertesz, cantor del mismo conjunto, han alegado en su petición pertenecer a una minoría étnica de origen húngaro supuestamente discriminada en la actual Rumania. Los dos artistas se separaron de sus compañeros de grupo y se personaron en la comisaría de policía de San Sebastián en la tarde del martes, poco después de la comida de clausura del certamen.Gergerly tiene 32 años, es profesor de música y dirigió el domingo último al grupo, en ausencia de la directora titular, Gabriella Lucian Cretu. Ingresó en este coro rumano hace sólo un mes. Su compañero, Kertesz, tiene 34 años, está casado y es padre de cuatro hijos.
La decisión adoptada por Gergerly y Kertesz, que al parecer se encuentran ya en Madrid gestionando los trámites para obtener el asilo político, provocó reacciones encontradas y algunos lloros entre sus compañeros, según ha manifestado Antxon Elósegui, miembro del equipo organizador del certamen de Tolosa.
La decimoquinta edición del Certamen Internacional de Masas Corales de Tolosa ha consagrado a esta ciudad guipuzcoana como uno de los centros europeos de actividad coral. La competición de los coros, los cursos de dirección, los debates sobre la enseñanza de la música en las escuelas, se han desarrollado en Tolosa a lo largo de dos semanas.
El concurso internacional propiamente dicho, en el que actuaron 24 corales en las modalidades de canto gregoriano, polifonía y folklore de diversos países, tuvo un destacado ganador, Hungarian Youth Ensemble, conjunto compuesto por 62 universitarios de Budapest que acaparó tres de las cuatro medallas de oro y una cuarta medalla de plata del certamen. Le sucedieron en méritos las corales vascas, entre ellas la donostiarra del Corazón de María y la alavesa Samaniego.
Los organizadores no ocultan que este elevado nivel de la música coral en el País Vasco está directamente ligado a la propia existencia del certamen de Tolosa, que se ha convertido en estos tres lustros en una "auténtica fábrica coral", como lo definiera el delegado de Cultura del Gobierno Vasco en Guipúzcoa, Imanol Olaizola. De este certamen surgió hace poco más de dos años la Federación de Coros de Guipúzcoa, que agrupa a 33 conjuntos, para los que a lo largo de este año ha organizado cuatro cursillos de dirección.
El certamen ha contado este año, por primera vez en su historia, con la presencia de un coro andaluz, la Polifónica de Trigueros (Huelva), que tuvo un caluroso recibimiento por parte del público.
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