Los familiares del preso ahorcado en Carabanchel no creen la hipótesis del suicidio

La familia del recluso Jacinto Avalos, natural de Terrassa, que apareció el sábado por la noche colgado de su celda en la cárcel de Carabanchel, no comparte la hipótesis del suicidio establecida por las autoridades carcelarias.

Según los familiares, la actitud del preso era últimamente animada, ya que le quedaba un máximo de seis meses de prisión. Como prueba de este equilibrio, la familia aduce las cartas que les enviaba y las conversaciones durante las visitas a la penitenciaría.

Para su hermana, la hipótesis de un suicidio es imposible de creer si se conoce como él pensaba. "Había referido innumerables veces que los que se suicidan son unos idiotas o unos tontos", declaró a este diario. Por otra parte, Jacinto Avalos era padre de un hijo -que abandonó con un mes de edad, para ingresar en la cárcel- que tiene hoy tres años, razón de muchísimo peso, según los familiares, que impide pensar en el suicidio.

Algunos funcionarios de la cárcel de Carabanchel comunicaron a la familia que ellos tampoco creen en el posible suicidio, basándose en la forma en que apareció el cuerpo, lo que según esta versión imposibilitaba que se hubiese colgado él mismo. Estas versiones se apoyan también en el estado en que, se hallaba la celda, con la puerta abierta.

"Jacinto había pasado por épocas muy duras, antes del juicio", afirman sus familiares. "Había estado sumido en una profunda depresión y, sin embargo, la superó. Era un hombre fuerte. Ahora todo es misterioso: el comité de presos piensa abrir una investigación, lo mismo que los funcionarios, dado lo extraño del caso".

Jacinto Avalos, de 30 años de edad, estaba preso en Carabanchel desde noviembre de 1982, acusado de pertenecer a bandas armadas y de tenencia ilícita de armas. Al parecer tenía vinculaciones con grupos anarquistas. Avalos fue detenido en Terrassa en 1981 y acusado entre otros posibles delitos de colocar una bomba.