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Cartas al director
Opinión de un lector sobre una información publicada por el diario o un hecho noticioso. Dirigidas al director del diario y seleccionadas y editadas por el equipo de opinión

Bancarrota en Israel

Como judío español y hombre de empresa conocedor de la realidad política, económica y social de Israel, quiero aportar a su editorial Bancarrota en Israel, del día 23 de octubre de 1983, que sólo describe cierta parte de una de las caras de la moneda, las aclaraciones siguientes:1. Israel es un país sin recursos naturales, de vocación política socialista, democrático, pluralista, de inmigración y que garantiza a sus ciudadanos el pleno empleo -siendo esta garantía, como lo sabe cualquier economista, causa de inflación en el mundo que vivimos, pero Israel escogió inflación en vez de paro- El estándar de vida, el nivel cultural del país y la calidad de vida del israelí son muy altos.

2. Israel es, con Estados Unidos, el país más avanzado del mundo en alta tecnología, tanto en agrotecnología como en tecnología industrial (electrónica, informática, temática, rebótica, etcétera), y esto lo dicen expertos japoneses que van a Israel a comprar tecnología y a contratar investigadores israelíes.

3. La deuda exterior de Israel es debida principalmente al altísimo costo de las compras de equipos de defensa que permiten su supervivencia y el servicio de esa deuda pagado año tras año por Israel sin haber hallado nunca a su firma. Permítame recordar que el poderío militar de Israel es para el mundo libre la garantía de que Oriente Próximo no se transforme en zona de influencia comunista o jomeinista.

4. La crisis actual fue perfectamente bien entendida tanto por el Fondo Monetario Internacional como por la comunidad financiera internacional, que conoce muy bien la seriedad de Israel en sus pagos.

5. En conclusión y corno es sabido, los parámetros de la situación de Israel son totalmente incomparables a cualquier otro país: en efecto, ¿qué país en esta edad moderna que vivimos ha aguantado seis guerras provocadas por sus vecinos en los 35 años de su existencia? ¿Quién puede criticar la guerra de Líbano, que ha destruido una organización terrorista muy poderosa, destrucción que permite la seguridad y tranquilidad de los habitantes de Israel? ¿Quién puede negar el hecho de que Israel ha ofrecido varias veces a sus vecinos negociaciones de paz sin condiciones preliminares y que éstos, salvo Egipto, se han negado rotundamente hasta la fecha? ¿Desde cuándo en la historia mundial un vencedor legítimo actuó con tanta magnanimidad con unos vencidos, y éstos, a pesar de todo, se muestran negativos? ¿Acaso no hay que ser dos partes para hacer la paz? / Madrid.

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