Cerca de 300.000 personas secundaron en toda España las convocatorias por la paz y el desarme

Varios cientos de miles de personas -según diversos cálculos, unas 300.000- se manifestaron ayer en toda España en respuesta al llamamiento de las Naciones Unidas Por la paz y el desarme. En Madrid se realizó el acto más concurrido, con una asistencia estimada en algo menos de 150.000 personas. La ausencia oficial del PSOE en este fin de semana pacifista -que no pocas veces tuvo un claro carácter antigubernamental- fue, en la mayoría de los casos, la nota política más destacada, pese a que tanto UGT como las Juventudes Socialistas estuvieron presentes en los actos de varias provincias.

En Madrid, convocadas por la Comisión Anti-OTAN y por el Comité de Acción por la Paz, se congregaron entre 130.000 y 150.000 personas -200.000, según los organizadores; 60.000, según el Gobierno Civil; 80.000, de acuerdo con Europa Press-, que llenaban el tramo comprendido entre las plazas de Legazpi y Neptuno. Tras los organizadores, que sostenían una pancarta con la inscripción Por una Europa sin misiles, OTAN no, marchaban distintas personalidades políticas que apoyaban el acto: Gerardo Iglesias, secretario general del PCE; Marcelino Camacho, secretario general de CC OO; Ramón Tamames, ex diputado del PCE; Javier Álvarez Dorronsoro, dirigente del Movimiento Comunista; Francisco García Salve, actualmente encuadrado en las tendencias comunistas de carácter prosoviético; Alonso Puerta, ex concejal del PSOE y ahora dirigente del PASOC (Partido de Acción Socialista), y otros rostros conocidos.Casi al final de la manifestación, y tras una pancarta del PCE, marchaban la práctica totalidad del secretariado comunista y buena parte de los miembros madrileños del Comité Central, seguidos por algunos miles de militantes: allí estaban Enrique Curiel, Simón Sánchez Montero y Santiago Carrillo. Cerrando la manifestación figuraban las Juventudes Socialistas y miembros de izquierda socialista, entre ellos, los diputados del PSOE Pablo Castellano y Carlos López Riaño; el rector de la Universidad Complutense, Francisco Bustelo; la senadora Francisca Sauquillo, y los consejeros de la Comunidad Autónoma de Madrid Eduardo Mangada y Manuel de la Rocha. Tanto el PSOE como la UGT rechazaron dar su apoyo oficial a la manifestación, presumiendo su carácter antigubernamental.

Gritos contra el Gobierno

Este carácter antigubernamental, aunque minoritario, era patente, tanto en algunas pancartas como en algunos de los eslóganes coreados por una parte de los manifestantes: "Felipe, sigues con los yankis, como Franco", señalaba una gran pancarta, bajo la cual algunas decenas de jóvenes, que dijeron ser del MC, gritaban: "Felipe, idiota, salte de la OTAN".Sin embargo, el tono predominante era fundamentalmente festivo: la manifestación ibía precedida por un grupo de ciclistas -recién llegados de la clausura ole la Fiesta de la Bicicleta- que, reclamando "Bicicletas, al poder", se tiraban al suelo de cuando en cuando, simulando un ataque nuclear. En la manifestación se incluían charangas, títeres -el personaje irnás representado era, obviamente, Ronald Reagan- y música. En ningún momento pudieron verse banderas republicanas.

El acto concluyó cuando la actriz María Cuadra leyó un comunicado recordando los motivos por los que se celebraba la manifestación -la amenaza de instalación de misiles nucleares en Europa y la petición de disolución de los bloques militares-. "Crece el peligro de que sea en nuestro continente donde se inicie un conflicto nuclear, del que España no quedaría aparte, especialmente desde su pertenencia a la OTAN".