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Crítica:'POP'
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

Golpes Bajos: Buenos tiempos para la buena música

Ya en la noche del viernes las inmediaciones de Rock Ola hervían de fans con mala suerte. Todas las entradas vendidas y el local abarrotado para ver a una banda gallega. Era Golpes Bajos. Imposible traspasar la muralla de seguidores. La sala se apretujaba en una única primera fila. Tras angustiosos forcejeos y vanos intentos por ver o escuchar algo, la única opción era volver al día siguiente.El sábado había algo más de holgura. La suficiente como para encajar la cabeza en medio de una nutrida representación del Centro Gallego que aclamaba a sus ídolos locales con insistente frenesí al grito de "¡Vigo, Vigo, Vigo!...". Con los ecos de aquel gran éxito de Siniestro Total, Me pica un huevo, todavía resonando, se presentó en nuestra capital la melancólica escisión de los que fueran jefes del punk gallego. Militando ahora en las filas de la oposición, Golpes Bajos anunció que corren Malos tiempos para la lírica, en un concierto muy hermoso, como los de antes.

Golpes Bajos Concierto rock

Sala Rock Ola. Madrid, 15 de octubre.

Abrió la velada un tema lento, Tendré que salir algún día. Una balada en la que Golpes Bajos afirma que el futuro es ya. El que algo quiere, algo le cuesta. Con esta declaración de principios, la voz de Germán Coppini se reveló como la de un excelente cantante melódico deambulando por el universo de sus enigmas personales.

Golpes Bajos hace cabalgar su música sobre unos textos cuidadosos y llenos de intención. Impresiones que cuentan cosas. Historias interesantes que se adornan con un ritmo tranquilo. Músicas ilustradas con los colores del funkie y de la música disco de una manera muy educada. Las canciones, todas magníficas, poseían una vena romántica inteligentemente contrapunteada por la ironía cruel del romanticismo verdadero. Hacia el final hicieron un rock lento capaz de enamorar a las universales hordas de Julio Iglesias y se despidieron con una repetición del hit del momento, No mires a los ojos de la gente. El público quedó sumergido en el encanto y las puertas del éxito se abrieron ante Golpes Bajos. Al menos, en lo que a hacer buena música se refiere.

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