Publicidad de 'Nacho'

En torno a la polémica suscitada por la publicación del anuncio de la Asociación Pro-Vida quisiera apoyar su decisión de publicar dicho anuncio y sus explicaciones del editorial del periódico del 7 de octubre, sobre el principio de respetar la libertad de expresión en este caso. Dadas Jas características de la Asociación Pro-Vida, que no se ha caracterizado precisamente por el respeto a opiniones diferentes ni por desarrollar una campaña en contra del aborto que no esté basada en mentiras groseras, la publicación del anuncio es una contribución a la defensa de la libertad a secas, pues simplemente muestra una línea de conducta radicalmierite diferente, no sólo en el lema del aborto, sino en el de la libertad y la democracia. Desde esta perspectiva, pienso que muchas de las cartas de los lectores eran injustificadas. Pensar que el anuncio había sido publicado sólo por dinero es, cuando menos, un prejuicio, cuando no una tontería. No da la impresión de que EL PAIS esté tan necesitado de dinero corno para recurrir a la publicación de anuncios de este tipo. Y, en cuanto al tema de la despenalización del aborto, su postura ha sido siempre muy clara.Al parecer, el tema del aborto sigue discurriendo por cauces valorativos, sin haber una debida sepáración entre lo que se cree sobre él y otros fenómenos. Esto es tan válido para el tema de la ley como para el de la libertad de expresión. La ley no obliga a ninguna mujer que nó cree en el aborto a abortar, mientras que la penalización impone las creencias de quienes no están de acuerdo con el aborto sobre las que tienen creencias diferentes. Del mismo modo, la publicación de un anuncio, por zafro que sea, no es necesariamente símbolo de que se apruebe.

La aceptación o rechazo del aborto, en forma libre, sólo existirá cuando las mujeres cuenten con información veraz, no falseada hasta la saciedad, cómo ha hecho la derecha en este país, sobre lo ,que éste implica. Crear un marco democrático que no imponga a ninguna mujer el resultado de esta decisión debera ser tarea, en el futuro, de una legislación más acorde con las reglas de la democracia. Creo que EL PAIS ha contribuido a estos dos objetivos, pues ha dado una tribuna importante al debate sobre este tema. Precisamente por esto no creo que la historieta de Nacho pueda convencer a ninguno de sus lectores. Su decisión, en cambio, muestra la diferencia que existe entre su periódico y la Asociación Pro-Vida, no sólo en el tema del aborto, sino en el de la democracia y la libertad. / Judith Astelam.