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LOS comunistas de Polonia revisan su pensamiento por primera vez en 20 años

El pleno ideológico del Comité Central del Partido Obrero Unificado Polaco (POUP, comunista) intenta afirmar una línea de centro entre dogmáticos y revisionistas, al mismo tiempo que en las intervenciones de muchos participantes se atacó duramente el clericalismo en Polonia.

Las palabras del primer secretario del POUP, general Wojciech JaruzeIski, al inaugurar el viernes la reunión, ponen ya de mañifiesto la crisis ideológica del partido. JaruzeIski dijo en sus breves palabras de apertura del pleno que desde hace 20 años no había tenido una discusión como la de este fin de semana en el Comité Central. El último pleno sobre ideología se había celebrado en julio de 1963.El contenido de la ponencia presentada por el miembro del Politburó y secretario del Comité Central, Jozef Czyrek, y las intervenciones de los que tomaron la palabra hasta avanzada la tarde de ayer no -indican que el POUP haya salido de la penuria ideológica.

Czyrek intentó situar al partido en una posición centrista y atacó las tendencias conservadoras. y dogmáticas, "expresión de la falta de comprensión para los nuevos fenómenos, de los temores ante los cambios necesarios, del estancamiento en fórmulas que han sido buenas en otros tiempos y en oitras condiciones". Más que una definición ideológica o el desarrollo de una estrategia programática se trata de una ubicación, un situarse tácticamente entre las tendencias o fracciones dentro del POUP: los qué participaron en la discusión, al menos en las versiones difundidas por la agencia oficial polaca Pap, se caracterizaron por sus expresiones voluntaristas de conseguir una mayor implantación del POUP en la sociedad polaca.

La difícil situación del partido trasciende claramente en algunas de las intervenciones de los miembros del Comité Central, sobre todo en las referentes al clericalismo. En los ataques contra el clericalismo se advierte un partido a la defensiva, acorralado, que se defiende con ataques frente a un enemigo que parece más fuerte. Zofia Stepien, miembro suplente del Comité Central y trabajadora textil de Czestochowa, dijo que "nuestros camaradas no pueden conformarse con las manifestaciones políticas iniciadas en los púlpitos, o que se escupa contra el sistema, el poder y el partido".

La ponencia de Czyrek definía la posición ante el clericalismo al decir que "no aceptamos fenómenos de intolerancia, de clericalismo agresivo e intervenciones provocadoras que no tienen nada que ver con la religión". La dificultad en que se encuentra el POUP en este terreno aparecía de forma clara en la intervención de Jan Mikulski, agricultor de Radom, cuando dijo: "Actuar en el campo no es tan fácil como en la ciudad. Allí al que ha renegado de Dios le conocen en tres parroquias a la redonda".

Para algunos de los asistentes al pleno, las palabras de Kazimiera Przeworczyk, una maestra de Bytom, tienen que haber sonado extrañas, en un país donde desde hace casi 40 años gobiernan los comunistas. La maestra vino casi a pedir "igualdad de oportunidades" o libertad de conciencia para los ateos cuando dijo: "Hay que dar igual trato a todos los credos y al ateísmo".

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