Mal ganao
Los excesivos kilos que trajeron los astados del Marqués de Domecq pusieron ayer de manifiesto, una vez más, el deplorable espectáculo que dan cuando con sus abundantes carnes no tienen los animales esqueleto que las aguante. Por ello Raúl Aranda no pudo hacer nada en su primer toro. Otro gordo, flojo y alto de agujas, era su segundo, pero al menos este se mantuvo en pie durante la faena de muleta. Con él Aranda cuajó la mejor faena de la tarde y se vio recompensado con las únicas dos orejas de la tarde.
Curro Vázquez fue enganchado en su primero. Un fuerte golpe sufrió en una pierna que fue calificado por los médicos de pronóstico reservado.
Juan Ramos fue la gran decepción de la tarde. Sirvió, y bien, su primero en la muleta, sin embargo el toreo vulgar de este diestro estuvo por debajo de los beneficios que podía haber ofrecido este gordo toro que sería aplaudido en el arrastro. En el que cerraba plaza, su derrumbamiento fue notorio.
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