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CANTABRIA

Un asesinato, dos suicidios y un muerto en accidente de caza determinan una inusual ola de sucesos en la región

Una inusual ola de sucesos se ha producido en los últimos dos días en Cantabria, determinada por el asesinato de una joven por los disparos de un encapuchado, la muerte de joven cazador alcanzado accidentalmente en la cabeza por un compañero de cuadrilla, los suicidios de un silicótico en grado avanzado y de un joven con trastornos mentales, y el fallecimiento de dos personas en un accidente de tráfico ocurrido al volcar un autobús.

Las investigaciones de la Guardia Civil para descubrir al autor de los disparos que causaron el miércoles la muerte de la súbdita guatemalteca, residente en la localidad cántabra de Potes, María Teresa Zúñiga, de 27 años de edad, y heridas muy graves a su acompañante, Mariano Peña, de 37 años, no han dado hasta el momento resultados positivos.La gravedad del joven, que se encuentra internado en la Unidad de Vigilancia Intensiva del centro médico nacional Marqués de Valdecilla, de Santander, y el hecho de que el asesino cubriera su rostro con una capucha, no han permitido el avance de las investigaciones, que se encaminan ahora a encontrar el móvil del asesinato, sobre el cual no existen hipótesis policiales hasta el momento.

La reconstrucción de lo sucedido ha sido posible por las manifestaciones que el herido hizo tras ser recogido por los ocupantes de un turismo, que se vieron obligados a detenerse tras en contrar en medio del camino el vehículo en el que viajaban los dos jóvenes. De acuerdo con esta hipótesis, en el cruce del camino que conduce a Besoy, localidad en la que reside Mariano Peña, y la carretera nacional a Potes, el vehículo fue detenido por un individuo que, situado en el centro de la calzada, apuntaba con una escopeta de caza a los dos ocupantes del turismo.

Una vez parado el vehículo, el asaltante obligó a los jóvenes a bajarse y dirigirse a la cuneta, donde, y a pesar de las súplicas de éstos, el encapuchado disparó repetidamente su arma contra María Teresa, a la que alcanzó con varios impactos de cartuchos utilizados para caza mayor.

Inmediatamente después, el arma fue dirigida contra Mariano Peña, qifien resultó alcanzado en el pecho y otras, partes del cuerpo. El agresor, abandonó rápidamente a sus víctimas, posiblemente con la seguridad de que se encontraban muertos. Poco después, el herido fue encontrado por unos vecinos de Liébana, quienes dieron aviso a la Guardia Civil y le trasladaron al centro hospitalario de Santander.

Mariano Peña es un ganadero acomodado de la zona y está considerado como simpatizante socialista, aunque todas las fuentes consultadas descartan el móvil político.

Lo que sí parece evidente es el conocimiento por parte del asesino de las costumbres de la pareja, que todos los días festivos pasaban la tarde en la casa del joven en Besoy, y se trasladaban después a Potes, localidad en la que trabajaba como empleada del hogar María Teresa Zúñiga.

Con un cuchillo y un martillo

El suicidio de Francisco Aparicio, de 53 años de edad, se produjo en la mañana del pasado miércoles, mientras se encontraba en su domicilio, al clavarse en el estómago un cuchillo de grandes dimensiones, para lo cual se ayudó, al parecer con un martillo. Francisco Aparicio sufría un proceso silicótico en estado avanzado, motivo que posiblemente le condujo al suicidio según personas allegadas al fallecido.La otra persona que se quitó la vida el martes pasado -aunque el hecho no fue conocido hasta ayer- es el joven de 20 años Francisco Velasco, que sufría depresiones y trastornos mentales, y que apareció ahorcado en su domicilio, en un barrio de la localidad cántabra de Los Corrales de Buelna.

Otro joven de 20 años, Francisco Javier Gutiérrez Pérez, murió instantáneamente a consecuencia de un disparo que recibió en la cabeza mientras se dedicaba a la caza del zorro. El accidente sobrevino en el término municipal de Valdáliga, cuando el fallecido, miembro de una cuadrilla de cinco cazadores, rastreaba el lugar.

Aunque aún no se sabe con exactitud cómo ocurrieron los hechos, parece que el disparo de uno de los cazadores, Isaac Honorio García, de 52 años, que actúa desde hace años como guía de las cuadrillas de cazadores, alcanzó la cabeza del joven.

Por otro lado dos personas fallecieron el miércoles al caer al río Deva, en el término municipal de Camaleño, el autocar en el que viajaban.

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