El congreso sobre Europa y las regiones concluye sin acuerdos

El congreso internacional sobre Las regiones y Europa, que se ha celebrado durante dos días en Barcelona, aprobó anoche un documento, pendiente de redacción definitiva al cerrar esta edición, en el que, tras una reflexión sobre la situación actual de Europa, se aboga por una reorientación histórica del continente. El documento aprobado sustituye a la prevista declaración de Barcelona que no ha conseguido salir adelante ante las dificultades para lograr la unanimidad de todos los congresistas y fue presentado por el Instituto Internacional para el Desarrollo de las Nacionalidades y las Regiones (Intereg), con sede en Munich, una de las entidades organizadoras del congreso. Las resoluciones finales del congreso marcan las diferencias entre los regionalistas más maximalistas y los defensores de mantener la Europa de los Estados, con ligeras variaciones.

Los 200 congresistas debatieron durante toda la jornada vados borradores de conclusiones finales del congreso. El último, defendido por representantes de la República Federal de Alemania (RFA), Suiza y Austria, e indirectamente suscrito por la Generalitat de Cataluña, pedía una reestructuración histórica de Europa, la modificación del concepto de soberanía y la participación de tres niveles en esta nueva soberanía: la Europa global, los Estados europeos tradicionales y los pueblos de Europa, entendidos como regiones europeas con abstracción de las fronteras estatales. El borrador del documento se considera entre los congresistas un sustancial avance de la carta regionalista aprobada en Dülmen (RFA), en abril de 1981. Igualmente se acordó que el próximo congreso sobre las regiones se celebre en Roma, en el otoño de 1984.

El documento pide la creación de un Consejo formado por expertos europeos, donde estén representados los Estados y los pueblos de Europa.