Renfe garantizara el 90% del servicio en la huelga del día 14

La aplicación del máximo de servicios mínimos que permite la ley, por parte de la dirección de Renfe, supondrá asegurar prácticamente el 90% de la circulación durante la jornada de huelga de todo el personal convocada para el próximo día 14, viernes. CC OO, en una conferencia de prensa celebrada ayer en Madrid, denunció lo que a su juicio supone "una militarización encubierta de¡ ferrocarril". En lo referente a la gestión y los planes para sanear la red, los responsables del sindicato acusaron al Gobierno de llevar a cabo una política electoralista en Renfe.

La huelga de todo el personal de Renfe convocada para el próximo viernes fue ratificada por el comité intercentros, por apretada mayoría, el pasado día 5. La convocatoria obedece al incumplimiento delo pactado en el convenio en materia de contrataciones, clasificación de categorías, implantación de la cadencia de cinco días de trabajo y dos de descanso, y sistemas de primas en obras e instalaciones.Francisco Naranjo, representante de CC OO en el comité intercentros, aseguró que "la aplicación por la empresa del decreto de servicios mínimos puede llevar a situaciones de radicalización, especialmente en el País Vasco y Cataluña". En su opinión, la exigencia de cubrir hasta el nivel 3 -en los paros de maquinistas de los pasados días 3 y 7 se aplicó el nivel 1 de servicios mínimos- supone garantizar entre el 80% y el 90% del tráfico ferroviario y, aunque esto no afecta al personal de talleres, obras y oficinas, la incidencia de los paros cara a la opinión pública será sustancialmente menor.

Los representantes de CC OO manifestaron su voluntad de negociar una salida al conflicto y, en este sentido, anunciaron que se había solicitado, con carácter urgente, una entrevista al ministro de Transportes y Comunicaciones, Enrique Barón.

Competencia desleal

Manuel Cachán, miembro del sindicato ferroviario de CC OO y representante de esta central en el consejo de administración de Renfe, afirmó ayer que el Gobierno está llevando a cabo una política electoralista en el saneamiento de la red. "Las intenciones son", dijo, reducir los salarios -entre el 5% y el 6%- y congelar las inversiones durante 1984 y 1985, para en 1986, ya en período electoral, aumentar la inversión e incrementar los sueldos en un l2%".

Los problemas de la compañía, señaló Cachán, son consecuencia del coste desorbitado del endeudamiento exterior y de las deudas del Estado, y no se solucionan con la reducción de plantillas o de servicios, cuya influencia en la cuenta de resultados es mínima. Los graves problemas del ferrocarril nacional se derivan de la "competencia desleal del transporte por carretera, que no financia su propia infraestructura y cuenta con un gasóleo subvencionado". A ello hay que añadir la ausencia de normativa que regule el transporte y ordene los flujos de tráfico, y la escasez de las compensaciones que el Estado paga por el déficit de ciertas prestaciones públicas. Citó como más significativos los ejemplos de los trenes de cercanías y de líneas que son deficitarias, pero decisivas para el desarrollo de determinadas comarcas.

"Renfe está como cuando se hizo", señaló el representante de CC OO, refiriéndose a la necesidad de modernizar la red que cuenta con un porcentaje de doble vía ínfimo y "con muchas curvas". Entre las causas coyunturales que inciden en el déficit, destacó la magnitud de los gastos financieros, la excesiva burocracia y la múltiples contratas que obtienen beneficios de una empresa con tan graves pérdidas.