Delirio en el Retiro madrileño por Els Comediants.

Miles de personas participaron anoche en lo que, más que una representación teatral, fue una fiesta lúdica oficiada por el grupo de teatro catalán más popular de este momento: Els Comediants, que entre fuegos artificiales que dejaron boquiabierto al personal y embarcaciones que surcaron el estanque, incitaron a los madrileños a acercarse al infierno. Con éste su nuevo espectáculo, Demonios. Una noche en el infierno, que recientemente clausuró el Festival Internacional de Teatro de Aviñón, Comediants evocaron els dimonis de las fiestas populares, y convirtieron el Retiro en un inmenso escenario pagano. Matrimonios con niños -algunos se perdieron momentáneamente, y a más de una señora le dio una lipotimia- y, sobre todo, gente joven, se entusiasmaron con el grupo teatral catalán y siguieron sus evoluciones de un punto a otro del parque, muchos subidos a los árboles, otros encaramados a las mesas de los bares, que pronto fueron diseminadas por una amplia área. Así fue cómo el fuego y la tradición popular del Mediterráneo invadieron el apacible y arbolado recinto.