Una mujer, acusada de ordenar a sus amantes que matasen al marido durante una excursión
Tres personas han sido detenidas por la Guardia Civil de Piedras Blancas como presuntos autores y coautores de la muerte del súbdito italiano Francesco Abancini Bompani, natural de Casamaiore (Cremona), ocurrido en Santiago de Ambiedes, en el concejo asturiano de Gozón. El súbdito italiano fue arrojado, en octubre del pasado año, al pozo de unas minas abandonadas, tras recibir varios disparos efectuados con una escopeta. Once meses después el suceso ha quedado esclarecido y han sido detenidos la mujer del italiano, Sara Díez Ribas, presunta coautora, José Manuel Fernández Fernández, presunto autor de los disparos, y Juan José García Fernández, presunto cómplice. Las relaciones extramatrimoniales de la mujer parecen ser la causa de los sucesos, esclarecidos a raíz de un chivatazo.Francesco Abancini, marinero, no podía imaginarse que la excursión de aquel jueves de octubre del pasado año al monte de Santiago de Ambiedes para buscar setas había sido preparada por su mujer para acabar con su vida. Según la Dirección General de la Guardia Civil, Sara Díez, de 35 años, natural de Piedras Blancas, mantenía relaciones íntimas con los otros dos detenidos, José Manuel Fernández, vecino de Castellón, y Juan José García, de 39 años. Sara Díez logró convencer a los otros dos para que mataran a su esposo.
Fue José Manuel Fernández quien aceptó la sugerencia, y escondido entre unos matorrales esperó, aquel jueves de octubre, para acabar con la vida del italiano. Cuando el matrimonio Regó al punto convenido, Francesco Abancini fue abatido a tiros con una escopeta. Su cuerpo fue posteriormente arrojado al fondo de un pozo de casi 20 metros de unas minas abandonadas en el concejo de Gozón. El mismo pozo donde se arrojan animales muertos y numerosas basuras.
Aquello pareció inicialmente un crimen perfecto. Nadie en los alrededores había oído nada y aunque hubieran escuchado los tiros no le hubieran dado importancia porque en aquella zona hay caza. Pero varios indicios pusieron en la pista a la Guardia Civil. Por un lado, se echaba en falta al súbdito italiano, que regentaba con su mujer un bar en Piedras Blancas. Sara Díez tampoco pudo precisar con claridad la ausencia de su esposo cuando decidió vender el piso.
Llamada anónima
Una llamada anónima a la policía recibida a finales del mes pasado daba cuenta detallada de cómo se había producido el crimen y en qué lugares. Por último, el presunto autor de los disparos, vecino de Castellón, localidad en la que regenta un bar llamado Asturias, no tuvo inconveniente, en varias ocasiones, de jactarse de haber acabado con la vida de un italiano en la zona de Avilés.Con estos datos, la Guardia Civil inició las investigaciones y esclareció en pocos días los hechos, cuyos resultados fueron la localización del cadáver en el pozo el pasado miércoles y la detención de tres personas, contra los que ayer se decretó auto de procesamiento por homicidio.
La localización del cadáver fue el último apartado de la investigación. Los efectivos de la Guardia Civil, junto a miembros de la Escuela de alta montaña del mismo Cuerpo, rastrearon toda la zona de Santiago de Ambiedes, así como los pozos existentes en el lugar. A primeras horas de la mañana del martes se acometió la búsqueda en el pozo en cuestión, donde se localizó, con ayuda de seis botellas de oxígeno, los restos del italiano, en un avanzado estado de descomposición. Más de 36 horas se prolongaron estos trabajos. Los restos fueron trasladados al cementerio de La Carriona, en Avilés.
Este pozo había sido construido en su día para introducir la conducción eléctrica a una mina que había sido explotada por la empresa Siderurgia Asturiana. Desde que finalizaron los trabajos mineros, el pozo se había convertido en escombrera de basuras y animales muertos. Los tres detenidos fueron trasladados ayer a la prisión provincial de Oviedo. Otras dos mujeres fueron detenidas y puestas en libertad posteriormente.
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