Un Líbano ideal e irreal
En carta publicada el 28 de septiembre el señor Badawi, primer secretario de la Embajada del Líbano, nos describe un Líbano ideal e irreal. Un país donde no hay guerra civil, pero sí una cohesión política, social y militar ejemplar, y un pueblo unido y entusiasmado con los sucesivos presidentes Gemayel. No hay peor ciego que el que no quiere ver.En cuanto a que el objetivo principal del "poder libanés" (?) es conseguir la retirada de los ejércitos extranjeros (objetivo totalmente legítimo, por cierto), habría que recordar que el Ejército sirio entró en el Líbano por mandato de la Liga Árabe y a petición del Gobierno libanés de aquella época para poner1n a la guerra civil que ya entonces desgarraba al país.
Por su parte, el Ejército israelí llegó como invasor, sin ser llamado por nadie, y, evidentemente, no para pacificar, sino para destruir y asesinar, someter y expoliar. La naturaleza de la presencia de los ejércitos de estos países es bien distinta.
Cuando no se quieren tropas extranjeras en su patria, hay que empezar por no llamarlos y comprometerlos (caso sirio) y por oponerse a los invasores (caso israelí). La realidad es que el Ejército libanés no movió un dedo ni efectuó un solo disparo en defensa del Líbano durante la invasión del año pasado. Hoy este mismo Ejército, junto con los siniestros falangistas de las milicias cristianas unificadas, dispara contra otros libaneses y mata a sus propios compatriotas.
En cuanto al otro Ejército en cuestión, los palestinos, que no se olvide que fueron ellos los que defendieron el Líbano y dieron muchas vidas durante la agresión israelí. Fueron ellos y las milicias izquierdistas libanesas los que so
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