En busca del negocio fácil
La sesión de ayer en los mercados de valores volvió a tener como característica más acusada, la llegada de fondos procedentes en su mayor parte de los grupos de los valores eléctricos y bancarios, al resto de los sectores del mercado, o al menos, a algunos de los valores que se muestran más propicios a generar rápidamente plusvalías.Además de esta búsqueda de negocio fácil, se está dando conjuntamente en las bolsas una tendencia al alza en los sectores cementero y químico, como respuesta a las expectativas de exportación del primero y a la subida de los carburantes en cuanto a las compañías petroleras. El hecho de que estas dos circunstancias se encuentren mezcladas, hace más difícil de lo que es habitual distinguir los movimientos alcistas de los especulativos, lo que está favoreciendo a los inversores a corto, tradicionales pescadores de río revuelto.
Los valores eléctricos parece que quieren detener sus pérdidas, sin llegar a lograrlo por completo, ya que las principales compañías del sector aún continúan con el goteo a la baja y, en el mejor de los casos, consiguen repetir.
Al tiempo, las empresas pequeñas están siendo nuevamente solicitadas por los inversores, provocando la consiguiente subida de sus precios. A pesar de las pérdidas en las cotizaciones, la contratación del sector eléctrico no llega a ser tan abultada como cabría esperar.
Otro grupo que estaba atravesando un buen momento y que parece que comienza a flaquear es el de automoción, destacando en él, Bendibérica, que ayer pagó un dividendo de 42 duros, de los cuales la acción recuperó siete en el mercado madrileño. El resto de los valores que conforman este grupo ha iniciado un retroceso en el que cabe destacar a Santana, que días atrás fue objeto de fuertes subidas.
Las constructoras permanecen estables y, hasta ahora, los deseos alcistas las han respetado, concentrándose en este sector en las compañías cementeras, publicando algunas de ellas dinero sin operaciones ante la magnitud de la demanda.
En cuanto a los bancos, siguen intentando mantener sus actuales cotizaciones, o superarlas, contra viento y marea. En esta ocasión, los hechos les han dado la razón y las órdenes vendedoras que pesaban sobre sus títulos se van replegando y, de seguir así, es posible que a la semana que viene haya mejoras en este sector. Ayer ya hubo alguna, aunque no fue una actitud generalizada en los cuatro mercados.
Madrid, que fue el más positivo, registraba para los siete grandes bancos un saldo vendedor de poco menos de 40.000 títulos que, una vez descontados los que Popular y Vizcaya tenían como demanda, sin contrapartida, quedaron reducidos a 35.000.
Las cantidades que se retiraron oscilaron entre el 50% y el 100%. Las mejoras correspondieron al Hispano y Vizcaya, provocando extrañeza entre los asistentes que el Popular no aprovechase la demanda para subir su cotización, cuando el día anterior sí que lo había hecho, aun teniendo papel.
La situación en los mercados es ahora más esperanzadora, ya que el dinero no busca otras alternativas, los volúmenes de negocio son bastante aceptables, y la corriente vendedora parece estar tocando fondo, hecho al que no son ajenas las instituciones financieras.
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