Capitales como Sevilla, Cádiz y Jaén sólo tienen reservas de agua hasta que termine el año
Más de 1.500.000 andaluces padecen restricciones de mayor o menor cuantía en el abastecimiento de agua potable, como consecuencia de la sequía acumulada de los tres últimos años, que ha dejado casi vacíos los embalses tradicionales y urgido a la búsqueda, casi siempre imposible, de nuevos recursos hidráulicos. Capitales como Sevilla, Cádiz y Jaén sufren desde hace meses cortes en el suministro, y, lo que es peor, sólo tienen reservas de agua hasta que termine el año.Si no se producen lluvias muy intensas durante este otoño, la situación pasará de la austeridad a la catástrofe, con reducción incluso de las actividades productivas, lo que igualaría en desgracia a la ciudad con el campo, donde las pérdidas son ya incalculables. La comisión de recursos hidráulicos del Guadalquivir acordó el pasado lunes prohibir cualquier tipo de riego en toda la cuenca, como medida provisional hasta finales de mes. Los recursos embalsados en el sistema del río Guadalquivir equivalen al 8% de la capacidad global de la cuenca.
Los 650.000 habitantes de Sevilla capital y decenas de miles de las poblaciones de su entorno están acostumbrados ya a las restricciones, que empezaron a padecer el 1 de febrero de 1981. Tras diversas alternativas, la situación actual obliga a los usuarios individuales, incluso a los presidentes de comunidad, a cerrar las llaves de paso entre las ocho de la tarde y las seis de la mañana, horas entre las que, el abastecimiento se interrumpe por completo.
El corte de suministro va acompañado de otras medidas restrictivas, no esenciales pero incómodas: se prohíbe lavar los coches con agua procedente de la red de distribución, regar jardines y parques y llenar piscinas. El Ayuntamiento sevillano exige a los vecinos que consuman el 20% menos que en 1982.
En Cádiz, tanto la capital como las importantes poblaciones de Jerez de la Frontera, El Puerto de Santa María, Sanlúcar de Barrameda y San Fernando tienen desde la pasada primavera agua sólo hasta las 11 de la noche. En Algeciras y La Línea están en alarma roja.
Y aún peor lo tienen los de Jaén capital y los 12 pueblos de su comarca, que disponen de agua sólo desde las seis de la mañana hasta las cuatro de la tarde. En Córdoba capital no hay restricciones, pero en algunos barrios no llega el preciadísimo, por escaso, líquido, debido a la bajada de presión dictada por las autoridades. En Huelva la catástrofe está más próxima, porque si no llueve tendrán que parar en las próximas semanas las industrias químicas de la ciudad.
La actitud de los ciudadanos ante las restricciones es en general positiva y de comprensión, mucho más en los casos en que la falta de agua es tradición, como ocurre en Almería, donde 28 pueblos están en alerta roja. Los llamamientos a la conciencia cívica hechos por los ayuntamientos han tenido buena acogida.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.