Inquietud en el centro comercial Azca a raíz del robo en 27 oficinas y la agresión a dos empleados de una discoteca
Un total de 27 oficinas comerciales situadas en el centro cívico-comercial de Azca fueron desvalijadas en la noche del sábado al domingo por dos o más desconocidos, que forzaron todas las puertas, la mayoría de las cuales estaban blindadas. Una de los locales afectados es la sede de una empresa dedicada a sistemas de seguridad. El espectacular robo se produjo 24 horas después de que unos 50 locales nocturnos del llamado Manhattan madrileño cerrarán durante cinco horas en protesta por la agresión a navajazos sufrida por dos empleados de una discoteca.
La mañana de ayer fue de absoluta confusión en la primera y la segunda plantas del número 20 de la madrileña calle de Orense, en el corazón del complejo Azca.A las ocho de la mañana, los empleados de las 27 oficinas allí instaladas se encontraron con que todas las puertas habían sido forzadas, y los despachos, sometidos a un intenso registro. El lugar había quedado completamente vacío a primeras horas de la tarde del sábado.
A los asaltantes les bastó con un palanquetazo para forzar la entrada al edificio, que no tiene vigilancia nocturna. Luego subieron a la primera planta y violentaron una por una todas las puertas. La mayoría estaban blindadas, pero no resistieron los golpes de maza aplicados en los marcos.
Una vez dentro de los despachos, los ladrones despreciaron valiosos objetos de oficina, como microordenadores, máquinas, de escribir eléctricas o complicadas calculadoras, y se dedicaron a buscar dinero por los cajones Actuaron con calma, durante varias horas, y a tenor de los restos encontrados, comieron e hicieron sus necesidades allí mismo.
200.000 visitantes diarios
Tras desvalijar lass oficinas de varias empresas químicas, inmobiliarias, ópticas, publicitarias y hasta las de Dintel, dedicada precisamente a la venta de puertas blindadas, subieron a la segunda planta y robaron en los despachos de la multinacional Burger King y en otros locales. Las pérdidas no han sido evaluadas todavía, pero tan sólo la reparación de las puertas costará un mínimo de un millón de pesetas.La noticia del asalto a las oficinas se difundió con rapidez por el complejo Azca, donde, en la madrugada del pasado viernes, dos empleados de la discoteca Chapelet fueron heridos a navajazos por un cliente al que no dejaron entrar en el local.
En la noche de ese mismo día, unos 50 pubs y discotecas cerraron sus puertas durante cinco horas en protesta por estos hechos. Los trabajadores reclamaron a los empresarios de los locales el establecimiento de un servicio de vigilancia privada en la zona.
Azca es un complejo de 204.000 metros cuadrados de superficie, situado entre el paseo de la Castellana y las calles del General Perón, Orense y Raimundo Fernández Villaverde. Su construcción se inició en 1968, y en la actualidad alberga a una quincena de entidades bancarias, tres grandes almacenes y un centenar de tiendas, cines discotecas y bares, amén de numerosas oficinas comerciales. Considerado el Manhattan madrileño, se calcula que unas 200.000 personas acuden allí diariamente para comprar, negociar o divertirse.
Sin embargo, la seguridad se ha revelado el talón de Aquiles del complejo. Un reciente informe de la comisaría de Tetuán aseguraba que Azca "es un polvorín que puede saltar en cualquier momento. Sólo hace falta el detonante". Los responsables de esa comisaría explicaban que allí la acción policial es muy difícil, por la existencia de múltiples túneles y pasadizos, y proponían la presencia permanente de un coche patrulla en la zona, apoyando a cuatro grupos de agentes que, a pie, recorrieran el complejo.
Un portavoz oficial del Gobierno Civil de Madrid señaló ayer que esta propuesta ha sido recogida en el Plan Provincial de Seguridad, recientemente aprobado.
"Azca ha sido declarado zona de atención especial por parte de la policía", declaró el citado portavoz, al tiempo que señalaba que la aplicación de las medidas propuestas por la comisaría de Tetuán se demorará un tiempo.
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