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Max Gallo: "En Francia acabó aquello de que un ministro saliera en la televisión cuando él quisiera"

"En Francia ya se ha terminado aquello de que un ministro saliera en la radio y la televisión cuando él quisiera. Ahora aparece el ministro en estos medios cuando es llamado por los profesionales que trabajan en ellos". Para Max Gallo, portavoz del Gobierno socialista francés, las relaciones entre el poder político y los medios informativos han cambiado o están cambiando de forma clara durante los últimos años en los países occidentales de Europa. Paralelamente, han cambiado las funciones del portavoz del Gobierno. "Soy un hombre del Gobierno, lo que quiere decir que no soy neutro; pero a la vez soy un mediador informativo".

Max Gallo, nacido en Niza hace 53 años, profesor universitario, escritor, diputado, y desde el pasado mes de marzo portavoz del Gobierno francés con categoría de ministro, analizó el pasado viernes en Madrid las relaciones entre el poder político y los medios de comunicación, en una conferencia sobre el tema, El papel del portavoz del Gobierno en el sistema constitucional francés, que pronunció en el Círculo de Bellas Artes.Previamente Gallo había sido recibido el mismo día en el palacio de la Moncloa por el presidente del Gobierno español, Felipe González, y para cerrar su programa de estancia en España mantuvo ayer en la embajada francesa un encuentro con periodistas españoles, en el que se plantearon temas fundamentalmente políticos y de relaciones bilaterales entre ambos países. Por la tarde, Gallo regresó ayer a París.

El actual portavoz del Gobierno francés accedió a su cargo precisamente en uno de los momentos más difíciles para el Gabinete socialista, en el que tenía que hacer comprender a la opinión pública una serie de fuertes medidas de austeridad, nada populares, adoptadas el pasado 25 de marzo. Desde entonces su gestión ha sido apoyada por unos y criticada por otros.

El punto cumbre de esta crítica se produjo a partir de la publicación el pasado mes de julio, en el periódico Le Monde, de un artículo de Gallo titulado "Los intelectuales, la política y la modernidad". El autor del mismo se quejaba del alejamiento de los intelectuales de las acciones del Gobierno socialista. ¿Se trataba de un artículo de incitación o más bien de propaganda?

"Ni una cosa ni otra", dice Gallo. "Yo escribí aquel artículo de análisis desde mi condición legítima de intelectual. No quería decir a los intelectuales que debían ir detrás del Gobierno, pero sí quise expresar que ila relación entre los intelectuales y la política, o mejor, la relación entre los intelectuales y el poder político, tiene que ser modificacia y puesta al día. Lo que sucede es que en la consideración de los que se quejaron hubo un cruce de las funciones de intelectual y de portavoz del Gobierno que creo recaen en mi persona".

Max Gallo explica que el modelo francés de relaciones Gobierno-medios de comunicación es un sistema mixto que se coloca entre el modelo de Estados Unidos, donde el libre mercado de la información se lleva hasta sus últimas consecuencias, y el modelo de la Unión Soviética, donde el sistema de comunicación es un aparato más, como otros, del Estado. "En Francia tenemos un libre mercado de la información, aunque una parte del sistema -la radio y la televisión- es un apéndice del aparato del Estado. Pero desde 1981, mediante la Alta Autoridad Audiovisual, estos dos poderosos medios funcionan de la mano del Estado, pero no bajo el control del Gobierno".

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