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Evoluciones distintas para guardar las apariencias

Los mercados de valores registraron ayer evoluciones distintas en sus indicadores generales como consecuencia de las diferentes expectativas generadas en torno a algunos grupos del mercado de renta variable. Una característica común fue la aparente mejoría general patrocinada por el fuerte avance de Telefónica en los cuatro mercados, como consecuencia del anuncio de la próxima ampliación de capital.La ponderación de este valor en la confección de los índices generales es la causa de que las bolsas que retrocedieron, Barcelona y Valencia, no lo hiciesen con mucha fuerza, y las que lograron ganar posiciones, diesen una cierta apariencia de solidez que en la realidad se presenta un tanto lejana.

En el mercado madrileño, contribuyeron a guardar las apariencias, las que muchos asistentes calificaron de maniobras en la oscuridad por parte de los bancos. El club de los siete pasó de la noche a la mañana de algo más de 200.000 títulos de saldo vendedor a tener un resto de 20.000. Esto podría tomarse por un cambio en la tendencia del sector, a no ser por la coincidiencia de que fue uno solo de los componentes del grupo el que prácticamente mópolizó la situación. Los 150.000 títulos que quedaron pendientes de ejecución el miércoles en el saldo particular de Banesto, se vieron transformados en una demanda de 8.578, que le permitieron a está entidad recuperar seis enteros. La impresión recogida en el parqué es que algunos bancos pueden estar tomando títulos por fuera de la caja.

En cuanto a la evolución del sector eléctrico, hay que destacar la pujanza que mostró la oferta ante la ausencia casi total de compradores, que llevó a muchos de los valores del sector a registrar unas pérdidas considerables entre las que cabe señalar las de Hidrola y Unión Fenosa, que perdieron uno y dos enteros respectivamente. La expectación en este sector está acaparada por la reunión que el viernes mantendrán el ministro de Industria y los presidentes de las grandes empresas del grupo. La posibilidad de que tras esta reunión se sepa por fin qué pasa con los dividendos de estas compañías es grande, según la opinión más extendida, y a juzgar por el volumen que ayer alcanzó la oferta de títulos eléctricos, hay pocas esperanzas de que se mantengan en los actuales porcentajes.

En los demás sectores, continuaron los picoteos de la inversión a corto plazo en algunos de los valores de segundo orden sobre los que se busca generar en el tiempo más reducido posible unas plusvalías fáciles.

La situación al cierre se presentaba discretamente más entonada, especialmente en el grupo eléctrico, en donde las abultadas bajas registradas por algunos de sus componentes, junto con la condición de fin de semana de la reunión de hoy, hacen pensar en una orientación algo menos negativa que la mantenida hasta ahora.

La contratación se mantiene, en general, en unos niveles discretos en los cuatro mercados, pero sin que en ningún momento pueda llegar a decirse que la confianza ha vuelto a los inversores e instituciones. Incluso la renta fija y los pagarés, registran unos volúmenes de contratación nada más que aceptables.

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