Los electores de Hesse y Bremen han dado un toque de atención al Gobierno conservador de la RFA
El resultado de las elecciones de los Estados federados de Hesse y Bremen supone una llamada de atención al Gobierno de centro-derecha de la República Federal de Alemania (democristianos y liberales) por parte de un electorado decepcionado al no ver llegar la prometida expansión de la economía.
La fuerte derrota democristiana (CDU) en el Estado de Hesse, con pérdida de más del 6% de votos en un año, y el fracaso de la estrategia de transfusión de votos al socio de coalición, los liberales (FDP), más el clamoroso triunfo de los socialdemócratas (SPD) en la ciudad-Estado de Bremen ha provocado la expresión de "domingo negro de la CDU".En la República Federal de Alemania hay una ley no escrita de la sociología política que dice: "Quien gobierna en Bonn pierde en los Estados federados". Sin duda, el "factor correctivo", el temor a un exceso de poder de la derecha, ha jugado un papel en los resultados del domingo. Lo mismo ocurría cuando gobernaba en Bonn la coalición social-Iiberal.
Esto no explica completamente el sorprendente resultado electoral de Hesse y Bremen, al año del cambio de coalición en Bonn y seis meses después del triunfo electoral que confirmó al Gobierno de centro-derecha del canciller democristiano Helmut Kohl y el liberal Hans-Dietrich Genscher.
En medio año, el elector ha podido comprobar que el milagro en la economía no se produjo y las cifras de parados se mantienen. El canciller no puede cumplir la promesa de dar a cada joven un puesto de aprendizaje y no se ven indicios de que la expansión esté a la puerta.
Kohl y la CDU consiguieron en marzo alimentar la ilusión del electorado, deseoso de ver un punto de claridad en el negro panorama que pintaban los socialdemócratas (SPD), que no consiguieron imponer el tema de los cohetes como centro del debate electoral de hace medio año. Ahora, el establecimiento de los cohetes es una realidad cada día más palpable y el relanzamiento de la economía no se aprecia por ningún lado.
Creciente pesimismo
Según una encuesta de opinión, la esperanza de una mejora de la situación económica la compartían un 17% en noviembre de 1982, un 31% en febrero de este año, un 35% en abril y un 22% ahora, en septiembre. La euforia coincidió con las elecciones federales del pasado marzo y volvió a caer estos días.El pasado julio, un 75% de los habitantes de la RFA estaba en contra de la doble decisión de la OTAN y se oponía al estacionamiento de los nuevos euromisiles atómicos. Esta cifra bajó en septiembre -influencia del jumbo derribado por la Unión Soviética- a un 65%.
En estos momentos, el SPD con su creciente postura negativa al estacionamiento de los cohetes, y a pesar de las acusaciones de "quinta columna de Moscú", refleja más exactamente los temores del pueblo de la RFA que los democristianos. Toda esta conjunción de factores explica el éxito de los socialdemócratas en Hesse y Bremen.
Un elemento sorprendente ha sido el mantenimiento de los verdes por encima del 5% en las dos elecciones.
En Bremen, con tres listas verdes y alternativas, el voto pacifista y ecologista se decantó a favor de la línea progresista y radical, representada por los verdes federales, y rechazó a los ecologistas conservados por el partido comunista ortodoxo y prosoviético, amparado en la lista empresarial alternativa.
En Hesse, a pesar de los escándalos del verde que arrojó su sangre a un general norteamericano y el otro que tocaba los pechos de las secretarias, consiguieron mantenerse y evitar caer por debajo del 5%.
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