La evasión de Maze, gran golpe propagandístico para el IRA
La evasión de la prisión de alta seguridad de Maze, a 13 kilómetros de Belfast, ha supuesto un espectacular golpe de propaganda para el IRA. Veintiuno de los 38 fugados no han sido capturados todavía, entre varios de los más importantes dirigentes de la organización terrorista que cumplían cadena perpetua.
Entre los fugados está Kevin Artt, de 27 años, que había sido condenado por asesinato en virtud del testimonio de un terrorista arrepentido, o super grass, y Brendan Mcferlane, uno de los militantes más famosos del IRA, que consiguió huir hace cuatro años de otra cárcel disfrazado con las ropas de un sacerdote canadiense.
Mcferlane cumplía condena de por vida por haber colocado una bomba en 1974 en un pub protestante. Cinco personas murieron en la explosión.
La evasión pone en peligro la política de terroristas arrepentidos que lleva a cabo el Gobierno británico desde hace meses, especialmente si se demuestra, como ha denunciado el fanático líder protestante lan Paisley, que los evadidos contaron con la complicidad de algún funcionario de la prisión. Ésta sería la única forma de explicar cómo los militantes del IRA, recluidos en un pabellón especial de la cárcel, aislados y sometidos a una vigilancia reforzada, lograron hacerse con armas de fuego.
La primera ministra británica, Margaret Thatcher, de visita oficial en Canadá, ha reconocido la gravedad de lo ocurrido y ha asegurado que se llevará a cabo una profunda investigación. El ministro encargado de los asuntos de Irlanda del Norte, James Prior, uno de los pocos conservadores moderados que continúan en el Gabinete Thatcher, ha recordado que la situación en la prisión de Maze es siempre delicada, porque el 23% de su población reclusa, es decir, cerca de 250 personas sobre 850, cumple cadena perpetua.
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