El hombre que dijo ser policía tras matar a un supuesto delincuente consiguió escapar y no ha sido identificado

El autor de los disparos que en la noche del jueves pusieron fin a la vida de un presunto delincuente, Juan Cruz Pecellín, de 26 años, en el barrio de Malasaña, no había sido identificado, ayer a pesar de que se presentó como policía ante los vecinos que se encontraban en la zona y ante los agentes que fueron avisados tras el suceso. El desconocido, que persiguió al supuesto delincuente y realizó el disparo que acabó con su vida, enseñó repetidas veces un carné de funcionario del cuerpo y montó en el coche patrulla que trasladó al fallecido al hospital Clínico. Posteriormente se dio a la fuga. Las circunstancias del suceso fueron consideradas ayer en medios oficiales como "muy extrañas".

La muerte de Juan Cruz Pecellín se produjo en la esquina de las calles de la Madera y de El Escorial, poco antes de las 22 hora! del pasado jueves, al recibir un disparo de revólver en la espalda.Según los testigos (véase EL PAIS de ayer) y la primera versión oficial, los hechos se produjeron a raíz de que dos personas, al parecer policías nacionales de paisano, sorprendieran a dos delincuentes robando en un automóvil e iniciaran una persecución tras ellos. De acuerdo con esta versión, uno de los supuestos policías efectuó, durante la carrera, tres disparos al aire y gritó "alto, policía. Alto o disparo". A unos metros de la esquina de las calles de la Madera y de El Escorial, el perseguidor efectuó, un nuevo disparo que hirió en la espalda a uno de los que huían produciéndole la muerte.

Ante las protestas de los testigos, el autor de los disparos se identificó como policía al tiempo que mostraba un carné del cuerpo. Instantes después, llegó al lugar otra persona que también se identificó como agente por lo que los testigos pensaron que acompañaba al portador de la pistola.

Cinco minutos más tarde, llegaban dos coches zeta. En uno fue metido el supuesto delincuente, que, según varios vecinos, ya se encontraba muerto. Junto a él subió el autor de los disparos y el vehículo se dirigió hacia el hospital Clínico. Posteriormente, los dos agentes de la dotación de este vehículo declararían que el policía -que había subido con ellos se les había presentado como compañero y los, había exhibido un carné. Según. les explicó, había intentado prestar ayuda al muchacho a quien había encontrado herido sin que supiera más detalles del suceso.

Cuando el vehículo policial llegó al centro médico, y mientras los dos agentes de la dotación realizaban el ingreso, el desconocido salió del coche y se dio a la fuga. El herido ingresó cadáver. Horas después, sería identificado gracias al estudio de sus huellas dactilares, pues no llevaba ninguna documentación.

En la tarde de ayer, fuentes policiales informaron que la declaración del policía nacional, que los testigos creyeron que acompañaba al autor de los disparos, no ha permitido, de momento, desvelar la identidad del huido.

El verdadero agente declaró que él se encontraba en un bar de la zona cuando oyó los tres primeros disparos, que confundió con petardos. A pesar de ello, salió a la puerta y vio a dos hombres pelear en la acera de la calle de la Madera. No prestó mucha atención, pues las personas que le rodeaban dijeron que se trataba de una discusión entre amigos. Sin embargo, al escuchar otros dos disparos salió de nuevo y vio a un joven tendido en el suelo y a un hombre que se identificó inmediatamente como compañero, le mostró un carné antiguo de la Policía Nacional y le informó dónde estaba destinado.

Según le dijo, acababa de sorprender robando a dos jóvenes en un vehículo. Posteriormente, se comprobaría que dos delincuentes habían roto el cortavientos de un Seat 124 sport, aparcado en la calle de San Vicente Ferrer, y habían golpeado a su propietario antes de que apareciera el supuesto policía.