Pekín presiona a Londres para que explique su posición sobre Hong Kong

La tercera ronda de negociaciones entré el Reino Unido y China sobre el futuro de Hong Kong finalizó ayer en Pekín, en un ambiente de renovada presión sobre el Gobierno británico para que haga pública su posición.Las negociaciones se desarrollan, por mutuo acuerdo pero sobre todo por iniciativa de la primera ministra Margaret Thatcher, en un gran secreto, pero altas personalidades chinas han dejado traslucir en las dos últimas semanas la posición del, Gobierno de Pekín, radicalmente, contrario a cualquier solución que suponga prolongar la presencia británica en la colonia más allá de 1997, fecha en la que expira el contrato de cesión de los llamados Nuevos Territorios.

Fuentes del Gobierno chino han acusado al Reino Unido de mantener una mentalidad colonialista más propia del siglo XIX que de los tiempos actuales y muy poco compatible con la condición actual de China, una de las grandes potencias.

El ministro chino de Asuntos Exteriores, Wu Xueqian, afirmó que la clave, de la solución para Hong Kong estaba en manos del Gobierno británico y que Pekín vería con agrado un cambio en la rígida actitud que ha mantenido Londres hasta ahora. Nada dijo sobre flexibilizar su propia posición.

Londres no puede, en el caso de Hong Kong, desarrollar su argumento más tradicional: nuestra presencia responde al deseo de los habitantes de la colonia, mayoritariamente británicos.

Los habitantes de Hong Kong son, por el contrarío, en su íninensa mayoría, chinos, y Pekín no reconoce al gobernador de la colonia, sir Edwar Younde, la condición de portavoz de los intereses de los residentes chinos en Hong Kong, sino exclusivamente de los residentes británicos. Para reforzar su posición, el gobernador hará público, próximamente un sondeo realizado entre los habitantes chinos de Hong Kong, en el que una gran parte de ellos se declara partidario de la prolongación de la situación actual.

El principal interés del Gobierno chino es asegurar la tranquilidad económica en la colonia durante este período de transición. Hong Kong es el cuarto centro financiero del mundo y China obtiene a través de él una parte muy importante de sus divisas extranjeras.

Hong Kong es, además, un centro de inversiones internacionales, en el que Japón juega un papel importante.