El avión surcoreano era un señuelo para distraer a los antiaéreos soviéticos
Buena parte de la Prensa soviética de ayer publicaba la primera argumentación detallada que la URSS, hace de sus tesis sobre el incidente del Jumbo surcoreano que, hace ya tres semanas, costó la vida de 269 personas.
Acompañado de un Cuidadoso mapa, los diarios reproducían el artículo del mariscal de aviación Piotr Kirsanov -adelantado el lunes por la noche por la agencia oficial Tass- en el que se afirma que el Jumbo había sincronizado su vuelo sobre la Unión Soviética con las órbitas que iba trazando el satélite-espía norteamericano Huron-D
Hasta el momento, los soviéticos se habían limitado a acusar al Jumbo- de violar dos veces el espacio aéreo de la URSS para efectuar labores de espionaje, pero nunca aclararon qué podía espiar de noche un Jumbo, cargado de pasajeros, compitiendo con satélites estadounidenses que son capaces de fotografiar la tierra con aparatos de alta definición.
Justamente, la idea de que el jumbo pudiera haber actuado como señuelo para despertar los sistemas de detección antiaéreos soviéticos y facilitar su estudio por parte de los satélites-espía, había sido contemplada como única hipótesis-medianamente creíble por la propia Prensa estadounidense.
Moscú, sin embargo, ha tardado tres semanas en exponer esta versión. En medios occidentales de Moscú se afirma que este retraso resta credibilidad a la acusación del mariscal Kirsanov, pero hay también quienes afirman que tal lentitud podría obedece al inmenso celo que el Kremlin pone en todos los asuntos que afectan a temas militares.
Según la tesis del mariscal Kirsanov, el Jumbo formaba parte de una operación en la que participaban, además, cinco aviones y una fragata estadounidenses.
El "caso" búlgaro
Por lo demás, en su explicación no hay grandes novedades: repite lo que ya se sabía sobre lo difícil que es que un Jumbo se salga de la ruta trazada si no se han introducido alteraciones en la programación de sus ordenadores de vuelo y se interroga sobre el hecho de que el avión contara con 29 tripulantes, en lugar de 18, atribuyendoa los 11 restantes misiones de inteligencia.
El domingo, de otra parte, un avión militar suizo. interceptó a una aeronave comercial búlgara que había entrado en el espacio, aéreo helvético sin aviso previo. El caza suizo sacó al intruso y permitió la prosecución de su vuelo desde Bratislava, en Checoslovaquia, a Brest, en Francia.
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