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Los beneficios netos de la banca crecerán este año de 102.500 a unos 125.000 millones de pesetas, según proyecciones técnicas

Pese al sacrificio que suponen las tres inmovilizaciones de dinero impuestas por el Gobierno en menos de un año, a través del retoque de coeficientes, los beneficios netos de las entidades de crédito crecerán todavía, en 1983, algunos puntos por encima de la inflación, según se desprende de un estudio de simulaciones técnicas. En conjunto, podrán rondar los 200.000 millones de pesetas, contra 166.000 millones del año pasado. Si se confirman estas cifras, coherentes con la información sobre resultados correspondientes a la primera mitad del año, la banca habrá recuperado sus beneficios, decrecientes el año pasado en términos de pasivo patrimonial, mientras las cajas los mantendrán. Pero todavía será mejor el ejercicio 1984, para el que el mismo trabajo vaticina otro avance similar en la banca y una mejora relativa en las cajas.

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Alcance de las simulaciones

Los trabajos de simulación en que se basan estas previsiones han sido realizados por la Confederación Española de Cajas de Ahorro. Traducidos en pesetas de cada año, atribuyen a la banca privada beneficios netos por 125.000 millones de pesetas en 1983, frente a los 102.500 del año anterior, una vez compensadas las pérdidas (30.000 millones en 1982) del medio centenar de entidades con números rojos. En las cajas de ahorro pasarán de 63.600 a 76.600 millones. Debe advertirse, sin embargo, que, si no son compensadas por otras vías, las novedades registradas durante los últimos dos meses -tercera modificación de coeficientes y acuerdos de esta semana con el Banco de España- pueden impedir que la banca llegue a los 120.000 millones y las cajas queden por debajo de los 76.000.Según el estudio, los beneficios netos de la banca, medidos en términos de pasivo patrimonial medio (depósitos en pesetas, dinero tomado de otras entidades, pasivo en moneda extranjera, recursos propios y cuentas de orden), pasarán desde el 0,60% de 1982 a un 0,64% en 1983 y al 0,68% en 1984, tras haber caído en los tres años anteriores respecto al 0,84 de 1979. Igualmente, tal y como se puede apreciar en el cuadro adjunto, los resultados netos de las cajas mantendrán este año el 1 % alcanzado en los dos anteriores y subirán al 1,02% en 1984.

Por cuarto año consecutivo, los excedentes destinados por la banca a sanear créditos y cartera de valores resultarán todavía superiores, durante este año y el próximo, a sus beneficios netos. Se trata de uno de los condicionantes del precio del dinero en este período, en tanto en cuanto los créditos que demoran o no pagan unas empresas son compensados por los intereses cobradas a otras. En las cajas, que dicen tener una cobertura de saneamientos mayor que los bancos pese a su menor porcentaje, tales dotaciones representan, desde hace dos años, más de la mitad de los beneficios.

Si se suman beneficios netos y saneamientos, para calcular los recursos detraídos cada año del resto de la economía por ambos conceptos, en la banca se podrá llegar a los 300.000 millones de pesetas en 1983. Para las cajas, este excedente rebasará los 122.000 millones. Es decir, que los dos grupos de entidades se situarán en 422.000 millones de pesetas, equivalentes a un 2% del producto interior bruto (PIB) esperado para la economía española.

Según el trabajo de simulaciones, durante los dos próximos ejercicios continuarán las tendencias observadas en 1982, que pueden apreciarse en el cuadro adjunto. Para traducir los porcentajes en pesetas corrientes, debe tenerse en cuenta que, aproximadamente, en la banca cada punto representa 169.000 millones de pesetas en 1982 y 196.000 millones en 1983, mientras en las cajas supone 63.600 millones en 1982 y 76.600 millones en 1984.

En primer lugar, se observa un aumento porcentual del rendimiento de los productos financieros (ingresos por el dinero empleado) y también en el de los costes, que llevó en 1982 a los bancos al estrechamiento del consiguiente margen de intermediación en cuatro décimas de punto. Ello no ocurrió en las cajas porque parten de niveles inferiores en ingresos y gastos, aunque el incremento de los productos pudo ser mayor en las cajas a causa de dos motivos: el cambio de inversiones reguladas por libres y la renovación de créditos amortizados a mayores tipos de interés que los antiguos (su cartera está a plazos más largos y a tipos inferiores).

Para 1984, el rendimiento medio de las inversiones puede subir tres décimas en la banca (el año anterior sólo ascendió una, después de las 10 de 1981), y cinco décimas en las cajas. El aumento de los gastos por el dinero captado tendrá una evolución similar. Así, es previsible que el margen de intermediación no caiga tanto como el año pasado en los bancos ni crezca tanto en las cajas.

Reducir gastos de personal

En torno a la mitad de dicho margen se lo llevan los gastos de personal, en los que desde hace cuatro años los bancos han conseguido reducciones paulatinas, hasta el punto de que en el presente ejercicio pueden situarse en el 2,06% del pasivo patrimonial, contra el 2,48% de 1979. Por el contrario, en las cajas, que el año pasado todavía aumentaron sus plantillas en 2.500 puestos, frente a una caída de 1.500 en la banca, subirán a un ritmo similar.Es de prever, sin embargo, que los 60.000 empleados de las cajas empiecen pronto a acusar la política de contención de costes salariales sufrida por los 175.600 trabajadores de la banca. En la reciente asamblea general de dichas instituciones, ya se hizo un llamamiento para mejorar la gestión, con el fin de evitar que la desfavorable incidencia de los gastos de explotación vuelva a reducir la ventaja conseguida el pasado año en los márgenes de intermediación y ordinario.

Para mejorar este último, las cajas aspiran a aproximarse a la banca en ingresos por cobro de servicios, que aportan a la bancos casi una peseta de cada 100 manejadas, mientras que en el otro tercio del sistema financiero no se llega aún a los 20 céntimos.

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