Masiva asistencia en Hernani al funeral por el industrial asesinado
Dos funerales de signo distinto se celebraron ayer tarde en Astigarraga y Hernani. El primero, en memoria de Arturo Quintanilla Salas, industrial asesinado la noche del lunes por un comando terrorista. El segundo, por Jokin Otxotorena, Charlie, miembro de ETA Militar, que falleció días atrás en un hospital de París, víctima de la leucemia. El funeral por Arturo Quintanilla se celebró a las 19.30 horas con la iglesia abarrotada y la presencia del delegado del Gobierno Central en el País Vasco, Ramón Jaúregui, y representantes del PSE-PSOE.Sin cuestionar la información facilitada el martes por la hija mayor del matrimonio, según la cual Arturo Quintanilla había intentado en dos ocasiones ponerse en contacto con ETA para discutir el pago de los diez millones de pesetas que le exigieron hace tres años como impuesto revolucionado, fuentes de toda solvencia señalaron ayer a EL PAÍS que el industrial trató posteriormente de engañar a ETA, haciéndole creer que se encontraba arruinado. Todo apunta a que ETA comprobé la falsedad de los datos presentados por Quintanilla, quien posteriormente participó en otras iniciativas comerciales.
Por otra parte, el cuerpo de Jokin Otxotorena fue enterrado ayer en el cementerio de Hernani, tras el funeral que se celebró a las 18.30 horas en esa localidad, y que congregó a más de un millar de personas. Tras la ceremonia religiosa, un representante de KAS (Coordinadora Abertzale Socialista), principal fuerza de Herri Batasuna, se dirigió a los presentes criticando al Gobierno socialista por intentar "acorralar a ETA". Una ikurriña ondeaba a media asta en el ayuntamiento.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.