Un joven mata a un tendero de Vallecas de un disparo sin mediar palabra

José Miranda Contreras, 54 años, propietario de una tienda de ultramarinos en la avenida de San Diego, 336, en el barrio de Vallecas, murió ayer, alrededor de las 12.30 horas, a consecuencia de un disparo a bocajarro efectuado por un joven enmascarado con una escopeta de cañones recortados, sin apenas mediar palabra. El autor del asesinato huyó conduciendo una motocicleta, aparcada a la puerta del local, donde le esperaba otro joven.

En ese momento se encontraban en la tienda una mujer, un niño y una chica joven efectuando sus compras. Según el relato de otros testigos, un muchacho muy joven, que cubría su cara con una máscara blanca, entró en la tienda, una casa baja, blanca, que sirve de vivienda a la familia Miranda, pidió que le entregara el dinero, y cuando el fallecido le preguntó, sorprendido, "¿Qué dice?", le empujó y le disparó desde cerca en el cuello, de abajo hacia arriba. La sangre de José Miranda saltó hacia el techo. El disparo le destrozó la cara y murió en el acto. En la vivienda, que está en la trastienda, se encontraban la mujer y un hijo del fallecido, quienes sólo oyeron el sonido del disparo, sin haber oído antes discusión o gritos. Cuando acudieron, los jóvenes ya habían huido en la motocicleta. Al parecer, portaban dos sacos.Una mujer que les observó en su huida relató que los jóvenes se fueron en la moto por la calle de Filomena Gómez, hasta una vía de ferrocarril cercana, donde abandonaron el vehículo y huyeron a pie. El joven enmascarado se quitó la máscara mientras conducía la moto. José Miranda era natural de Martos (Jaen), y llevaba más de treinta años en Madrid. Casado con Teresa Iglesias, el matrimonio tiene tres hijos, José, Esperanza y Manolo, de 27, 25 y 20 años de edad, respectivamente. Había trabajado de soldador hasta que instaló la tienda en la casa, situada en el final dé la avenida de San Diego, en una zona de casas bajas, cerca de Entrevías, que había sido construida por el propio José Miranda hace 28 años.

"La Virgen me protege"

Un vecino del muerto contó que hace unos días había hablado con José y que éste le había comentado la suerte que tenía por no haber sufrido ningún atraco desde hace más de 17 años. "La Virgen me protege", dijo. Uno de sus hijos comentó, muy afectado por lo sucedido, que le había pedido hace poco que se comprara una escopeta o un perro guardián para protegerse en caso de atraco, pero que su padre le había dicho que no le gustaba la violencia.

Se desconocen los motivos que indujeron al joven enmascarado a disparar. Entre los vecinos se opinaba que el atracador disparó por puro nerviosismo. José Miranda no había sufrido amenazas, según sus hijos, quienes comentaron que en el barrio hay mucha delincuencia, y que el asesino podría ser de por allí.