Shamir se compromete a invitar a los laboristas israelíes a entrar en su Gobierno

Isaac Shamir, recientemente designado candidato a suceder al primer ministro dimisionario israelí, Menájem Beguin, se ha comprometido ante seis diputados a invitar a los laboristas a participar en su futuro Gobierno en un plano de igualdad.El apoyo a Isaac Shamir de los 64 diputados miembros de la antigua coalición gubernamental israelí, por otra parte, no garantiza la formación rápida de un nuevo Gabinete dirigido por el Likud. En efecto, las 64 firmas no significan que estos diputados aprueben ya los términos y condiciones políticas de una reconducción de la antigua coalición, sino que tan sólo reflejan una declaración de intenciones.

La diferencia es muy notable. Tres partidos miembros de la antigua coalición quieren renegociar los términos del programa de gobierno. El segundo obstáculo es, quizá, el más importante: la exigencia de seis diputados (cuatro de ellos liberales) de que Shamir dialogue con los laboristas con vistas a la constitución de un Gabinete de unidad nacional. Sin los votos de estos diputados, Shamir no dispondría más que de 58 votos en la Kneset (Parlamento), de un total de 120, y no contaría, por tanto, con la mayoría requerida para formar Gobierno.

El candidato a primer ministro está muy preocupado por el malestar creciente que existe en la mayoría. En un primer momento, los diputados que exigían un Gobierno de unión nacional con los laboristas eran cuatro, después pasaron a ser cinco y actualmente son seis. Además, dos de los partidos de la coalición, el Partido Nacional Religioso (que cuenta con cinco diputados) y el Tami (tres diputados), se entrevistarán hoy con los líderes laboristas Shimon Peres e Issac Rabin.

Shamir se pregunta, preocupado, cuál será el contenido de este encuentro y qué promesas y compromisos serán solicitados y concedidos en esta entrevista.

Finalmente, varios dirigentes del Partido Liberal (que forma parte, con el Herut, de la coalición Likud), que representan a los medios industriales y financieros, con mucha influencia en el partido, han tomado contacto con los dirigentes laboristas y han abordado directamente con ellos la posibilidad del ingreso de los liberales en un Gobierno dirigido por el Partido Laborista.