Aceptada la dimisión de Pedro Arrupe
Pedro Arrupe, 28º prepósito general de la Compañía de Jesús, presentó ayer su dimisión a los 220 delegados de la orden que se encuentran reunidos en Roma para elegir a su sucesor. Pese a sufrir una parálisis como consecuencia de una hemiplejía que padeció en agosto de 1981, Arrupe se mantenía formalmente al frente de la Compañia, que está siendo dirigida provisionalmente por un delegado del Papa.
Su petición de dimisión fue aceptada el sábado por los representantes de los 26.000 jesuitas que existen en el mundo. Con expresión de profunda pena por las razones ineludibles que han movido al padre Arrupe a presentar su dimisión, el comunicado oficial expresó también la gratitud de los jesuitas por los "extraordinarios servicios" prestados a la Compañía en sus 18 años de generalato. Esta es la primera vez que un papa negro dimite de su cargo en los cuatro siglos y medio de vida de la orden.Arrupe, de 76 años, vasco como el fundador de la orden, dirigió la Compañía en un delicado momento de su historia. En los años 1974-1975 se abrió un debate sobre la identidad de los jesuitas en la sociedad moderna que llevó a la convocatoria de la 321 congregación general. El rumbo que adoptaron los delegados se alejó, aparentemente, de la línea ideológica de Pablo VI, lo que provocó posteriores llamamientos al orden de sus sucesores en el Vaticano.
Su carrera dentro de la orden se desarrolló en Japón, donde vivió 27 años, entre 1938 y 1965, año en que fue elegido prepósito general. Vivió en Hiroshima, donde era rector del seminario, el primer bombardeo atómico de la historia y participó en las primeras tareas de socorro.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.