El Gobierno recomendará a la patronal y a los sindicatos una banda salarial para 1984, pero no negociará con ellos

El Gobierno recomendará a los agentes sociales -patronal y sindicatos- unas pautas para la negociación colectiva del próximo ejercicio, pero en ningún caso se sentará a la mesa a negociar con ellos, afirmó ayer Miguel Angel Fernández Ordóñez, secretario de Estado de Economía y Planificación, en la clausura del seminario sobre Iberoamérica , crisis financiera internacional y perspectivas de la economía mundial, que se ha celebrado en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo de Santander. Fernández Ordóñez indicó que el Ejecutivo todavía no ha decidido ni la banda salarial definitiva ni si la recomendación será vía indirecta, por comparación con el salario de los funcionarios (incluido en los Presupuestos Generales del Estado) o por un camino más directo, mediante comunicación en los próximos días a patronal y sindicatos.

El Gobierno tiene encima de la mesa diversas alternativas, y será hoy, en la reunión del palacio de la Moncloa, cuando tome estas decisiones. Durante toda la semana, los técnicos del Ministerio de Economía y Hacienda han trabajado a marchas forzadas en el proyecto presupuestario y en la decisión final sobre el programa económico a medio plazo (anteriormente denominado plan cuatrienal).Miguel Angel Fernández Ordóñez explicó ante los 30 economistas españoles y latinoamericanos que han seguido el seminario, las tendencias de la economía española. Testigo de excepción de la explicación fue el consejero delegado del Banco de Santander, Emilio Botín, que preguntó al secretario de Estado por el ajuste realizado en el sector privado español. Ordóñez se mostró optimista en cuanto a la futura evolución del mercado de trabajo: en primer lugar, "porque es muy probable que en el sector privado el ajuste esté prácticamente hecho. No en vano en los últimos años se ha producido, tanto en términos relativos como absolutos, la mayor destrucción de puestos de trabajo de los países de la OCDE".

Destrucción de empleo

Contestando a la pregunta de Botín, el secretario de Estado concretó que en el terreno industrial, desde 1975, en Italia, por ejemplo, se habían destruido alrededor de 200.000 puestos de trabajo y en Francia, unos 400.000. "En España se han destruido 800.000 empleos; es el ajuste más brutal de toda Europa. Por ello, en el sector privado se está tocando fondo en esta cuestión. No así en el sector público".Otras razones para este optimismo son las de que, por escéptico que se sea respecto a la evolución de la economía mundial a medio plazo, 1983 y 1984 serán mejores para un país como España, que años anteriores.

"Asimismo", dijo Fernández Ordóñez, "unos salarios reales sin aumentar o descendiendo ligeramente, una reducción de un punto y medio cada año de las cotizaciones sociales y la posibilidad de utilizar para las nuevas contrataciones el contrato temporal sin más cortapisas que las que impidan su utilización fraudulenta, son factores con los que es difícil que el mercado de trabajo no mejore de forma importante".

Multiplicar por dos y medio

Fernández Ordóñez explicó también la situación y tendencias del déficit público español, en términos ya conocidos. Sin embargo, concretó bastante en la reforma de la Seguridad Social y el déficit de las empresas públicas. "La crisis del sistema de la Seguridad Social", dijo, "se ha originado tanto por un aumento del nivel de gasto como por una insuficiencia del nivel de ingresos. La relación entre activos y pasivos en los últimos ocho años ha pasado del 3,3 al 2, situación grave por cuanto el sistema de la Seguridad Social actual está basado en el reparto por el cual los activos cotizantes financian con sus aportaciones el pago de las prestaciones, especialmente las pensiones"."Por otra parte", añadió, la desviación de cotizantes hacia regímenes especiales con una presión de las cotizaciones sociales tres veces menor que la del régimen general explica buena parte de la reducción del crecimiento de los ingresos".

La acción que ha tomado el Gobierno es la de contener el crecimiento del gasto fijándose como objetivo mantener su volumen en relación al producto interior bruto en los próximos tres años en el nivel alcanzado en 1983. En cuanto al ingreso, la reducción de las cotizaciones sociales será de un punto y medio por año.

En lo que se refiere a las empresas públicas, sus pérdidas se han multiplicado por dos veces y media en los últimos tres años. Sumando las pérdidas de las empresas que tuvieron números rojos el año pasado, se alcanza una cifra del orden de los 330.000 millones de pesetas. Unos días antes, uno de los asistentes al seminario afirmó que el déficit de Renfe para el año en curso superará los 200.000 millones de pesetas.

Mejora no suficiente

El secretario de Estado hizo una descripción de la gestión de un año de gobierno socialista, en tonos moderadamente optimistas, sin caer en la autosatisfacción: "En 1983, primer año de gobierno socialista, la economía española crecerá a un ritmo que será el mayor de los últimos cinco años (1,7%), su tasa de inflación será la más baja de los últimos 10 años y si, como parece probable, las tendencias en el mercado de trabajo se confirman, todo ello se habrá obtenido con el menor crecimiento del paro de los últimos 10 años. Estos resultados, por espectaculares que parezcan, no reflejan una situación económica que pueda considerarse satisfactoria"."Sin embargo", añadió Fernández Ordóñez, "un político no puede por menos de estar satisfecho cuando la oposición le dijo que con su política económica la inflación se situaría en unos meses en el 20% y comprueba, pasados estos meses, que la tasa de inflación está próxima a descender al nivel de un dígito".

El contenido de este seminario, que ha durado una semana y tenido dos sedes diferentes, La Granda (Avilés) y Santander, será publicado en el número cinco de la revista Pensamiento Iberoamericano, que edita el Instituto de Cooperación Iberoamericana en colaboración con la Comisión Económica para América Latina (CEPAL).