La cuarta parte de los estudios de opinión son encuestas políticas
La cuarta parte de la facturación anual que giran los institutos españoles de opinión corresponde a estudios y encuestas políticas, según revelé ayer el presidente del comité español de la Asociación Europea de Estudios de Mercado (Esomar), Miguel Fuster. Esta asociación celebra desde ayer en Barcelona su 362 congreso, que se prolongará hasta el próximo viernes. La sucesión de consultas electorales durante los últimos años es la causa (le que el porcentaje de encuestas políticas sea tan elevado. Según Miguel Fuster, en estos momentos se están realizando ya encuestas sobre la intención de voto de los ciudadanos catalanes y vascos de cara a las próximas elecciones autonómicas.Los directivos de Esomar se mostraron especialmente preocupados por la publicación de encuestas falseadas. El falseamiento y la falta de rigor en la divulgación de algunos sondeos dé opinión revierte de forma especialmente negativa sobre la imagen del conjunto del sector, cuya credibilidad es puesta a veces en entredicho. Para evitar que la imagen pública siga deteriorándose, los directivos de Esomar pidieron ayer la colaboración de los responsables de los medios de comunicación para que en el futuro no se publiquen encuestas sin que conste quiénes las han encargado, qué empresas las han hecho y todos los datos de la ficha técnica que determinan la fiabilidad de los resultados. También pidieron a los informadores que exijan estos datos cuando les faciliten informaciones que estén basadas en encuestas o sondeos.
El riesgo de la informática
Los organizadores del congreso expusieron además otros problemas que deben afrontar los profesionales de este sector para que su traba o sea plenamente aceptado por la sociedad. Entre ellos, el presidente de Esomar, Ivor Shalofsky, se refirió a la distorsión que puede representar la creciente utilización de los sistemas informáticos, muy necesarios en los modernos sondeos de opinión, pero cuya utilización entraña riesgos importantes. En su opinión, la informatización de los sondeos puede llevar a una preocupación excesiva por la forma de procesar los datos, descuidando los contenidos y la función del investigador social.
Según los directivos de Esomar, la crisis económica ha provocado una mayor demanda de encuestas y sondeos de opinión, ya que agudiza la necesidad de estudios de mercado, al ser el campo sobre el que han de trabajar las empresas más limitado y competitivo.
En España, por otra parte, el. sector ha experimentado un crecimiento especialmente acelerado como consecuencia de los cambios culturales y sociológicos de los últimos años. A principios de la década de los sesenta, únicamente siete empresas utilizaban los servicios de los investigadores sociales en toda España. Hoy, prácticamente todas las empresas de una cierta envergadura recurren a los sondeos de opinión para planificar su producción. Ivor Shalofsky expresó su confianza en que al final de esta década la actividad de los investigadores, de mercado sea una profesión madura y plenamente aceptada.
